Economía

La tierra sortea la crisis y supera ya en revalorización a la bolsa y los pisos

Subió el doble que el IPC y que la vivienda libre y más que la bolsa española. La tierra se encareció en Andalucía el año pasado un 9,3% (6,4% en el conjunto del Estado) y es, más que nunca, un valor refugio frente a la crisis inmobiliaria y el vaivén de los mercados bursátiles. Un cóctel ideal: invertir en naranjo y olivar.

el 15 sep 2009 / 07:00 h.

Subió el doble que el IPC y que la vivienda libre y más que la bolsa española. La tierra se encareció en Andalucía el año pasado un 9,3% (6,4% en el conjunto del Estado) y es, más que nunca, un valor refugio frente a la crisis inmobiliaria y el vaivén de los mercados bursátiles. Un cóctel ideal: invertir en naranjo y olivar.

Siempre nos quedará la tierra. El atractivo del suelo agrario como inversión y valor refugio, libre del vaivén bursátil y al que se acude cuando mengua el negocio del ladrillo, sigue acrecentándose en Andalucía. En concreto, el precio medio de la hectárea subió el año pasado un 9,3% en la comunidad, hasta los 22.445 euros, mientras que la revalorización para el conjunto del Estado el aumento se limitó al 6,4%, con 11.070 euros de cotización.

Existe contención, por supuesto. Así, el encarecimiento andaluz fue del 14,9% en 2006 y del 7,1% como promedio nacional. Sin embargo, el porcentaje regional para 2007 es superior tanto al de 2005 como al de 2003, mientras que el ejercicio 2004 se saldó con alza del 6,3%, según las series estadísticas actualizadas hechas públicas ayer por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Si se compara la rentabilidad de la tierra -equivalente a la subida porcentual- con otras alternativas para destinar los ahorros, tales como la bolsa o la vivienda libre, se constata que aquella fue muy superior a éstas el año pasado, debido al frenazo en el mercado inmobiliario y al impacto que han tenido en los parqués la crisis financiera internacional y la desaceleración de la economía.

Así, el selectivo del mercado bursátil español, el Íbex 35, acumuló en 2007 ganancias del 7,32% (pasó de 14.146,5 a 15.182,3 puntos), mientras que el rendimiento inmobiliario (porcentaje de revalorización de la vivienda de renta libre) fue, tanto en Andalucía como en el Estado, el 4,8%, según los datos del Ministerio de Vivienda. Y una última comparación, la que se establece con el IPC (el Índice de Precios de Consumo) o inflación, que terminó 2007 en el 4,2%.

Que el suelo agroganadero escalara más que la vivienda ya ocurrió en 2006 por vez primera en una década, pero en la comparación con las bolsas hay que remontarse a 2002, coincidiendo con el pinchazo de la llamada burbuja tecnológica.

La tierra, asimismo, presenta un crecimiento constante desde 1992 -no ha habido ni un solo descenso-, cuando las incertidumbres de la gran reforma de la Política Agraria Común aprobada ese año desencadenó una caída del 15%. Y después, siempre al alza, no como el tiovivo bursátil, aunque tampoco con la fortaleza que tomó el ladrillo.

Que suba el parqué, la vivienda y el suelo agrícola y ganadero guarda lógica relación con la mejora de la economía. Pero, en el caso del campo, otros dos factores influyen. Por un lado, la creciente importancia de las fincas de recreo, ajenas a las actividades agrarias. Por el otro, y masificado como está el litoral, la cada vez mayor apuesta de las promotoras inmobiliarias por construir segundas residencias en entornos rurales, y que han encarecido los suelos en los pueblos.

La hectárea andaluza es la tercera más cara de España, pues sus 22.445 sólo son superados por los 79.846 de Canarias (por las plataneras, que son el cultivo más rentable) y los 32.708 de Valencia (por la superficie cítricola). En el conjunto de 2007, fueron los olivares de aceituna de mesa (14,5%) los que más se revalorizaron, seguidos de los frutales de hueso (13,9%). En cambio, la única rebaja de precios afloró en los frutales carnosos en regadío, que descendieron un 4,6% para el campo español.

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