Tras la tregua del plan especial de Navidad, que lleva a aparejado un plan de productividad para que todos los agentes de la Policía Local presten servicio, el cuerpo se enfrenta a partir de hoy a un triple reto: por un lado, las grandes obras como los dos pasos subterráneos y la ampliación del Metrocentro; por otro, la cita de ministros de Medio Ambiente con motivo de la Presidencia de la Unión Europea prevista para el jueves y, por último, las incidencias que deje el persistente temporal en las calles de la ciudad.
Todo esto obligó a la Delegación de Seguridad el pasado viernes a suprimir los descansos ya concedidos –a unos cincuenta agentes según fuentes sindicales– para poder cubrir todos los servicios, y mantener al mismo tiempo la presencia en los barrios. Esta decisión ha generado malestar en los sindicatos, que estudian protestas por lo que consideran un fallo de organización, según explicó el secretario general del Sppme, Carlos Guerra.
El problema de plantilla de la Policía se agravó con el inicio de las obras del Plan 8.000. De hecho, el propio jefe de la Policía Local, José Aulet, emitió un informe en el que advertía de que no se podrían prestar los servicios habituales y montar a la vez los dispositivos por las obras sin un plan de productividad ante la falta de agentes. Finalmente, pese a que UGT apoyó la propuesta, se retiró a instancias del Sindicato de Policía que pidió más dinero. Desde entonces los servicios se han visto mermados, como advierten los responsables sindicales, aunque en Navidad no se ha percibido por el plan especial.
A esta situación se une la cita europea del jueves, que ya ha obligado de momento a suprimir los descansos acordados –el Sindicato de Policía cifra en 10.000 los días pendientes–. Los sindicatos preparan protestas contra esta decisión y por los problemas derivados de la falta de personal. La nueva reestructuración interna de la Policía sigue bloqueada.
