La Lioness: Hidden Treasures, el álbum póstumo de Amy Winehouse, ya está en las tiendas. Un disco que los fans de la malograda artista esperaban con ansia, y que para el padre de Amy ha supuesto un duro trance aunque lo califica de “maravilloso”. Mitch Winehouse, que creó una fundación en nombre de su hija después de que ésta muriera en julio a los 27 años, escuchó los 12 temas que componen el álbum postumo de su hija, algunos de los cuales se grabaron en el 2002, un año antes de la salida al mercado de su álbum debut, para dar el visto bueno de la familia a la salida del disco.
Sin embargo, reconoce que la experiencia ha sido “difícil”, dado que los recuerdos de su hija están todavía muy frescos. “Encontrábamos difícil escuchar la música de Amy, pero teníamos que escucharlos porque si no hubiera sido adecuado, no habríamos permitido que saliera”, dijo Mitch a Reuters en una entrevista.
“Nos sorprendió lo maravilloso que es el álbum. (Pero) en este momento no puedo seguir escuchándolo. En los próximos años, podré hacerlo; la gente tiene que recuperarse también”, añadió.
Las primeras críticas del disco, publicado por el sello Island Records de Universal Music, han sido diversas. “Claramente ha sido un poco difícil improvisar el material para este álbum”, dijo Alexis Petridis, del diario The Guardian, que le dio al disco una calificación de tres estrellas sobre cinco.
Helen Brown, del Telegraph, escribió: “La desorganización aleatoria de esta colección de cortes alternativos, tapas y nuevo material esbozado se vuelve conmovedora por el contexto en el que ha sido publicado”. “Y pone al descubierto lo que la convirtió en una artista única y tan problemática”, sostuvo.
Winehouse sacó dos discos en su breve carrera, y Back to Black, de 2006, con temas como Rehab y Love is a Losing Game, la confirmaron como un gran talento con el que conquistó cinco premios Grammy.
La artista, famosa por su pelo cardado y por su dotada voz para cantar soul, tuvo problemas con el alcohol y las drogas, un matrimonio problemático y acaparó titulares por sus estragos.
Cuando Winehouse murió en su casa del norte de Londres, tenía un elevado nivel de alcohol en la sangre y su último concierto en Serbia en junio acabó cuando la cantante fue abucheada por el público por su incapacidad para cantar y mantenerse en pie.
Lioness: Hidden Treasures cuenta con doce canciones y muestras elegidas por los productores Mark Ronson y Salaam Remi, que trabajaron con Winehouse.
Incluyen Body & Soul, su última grabación de estudio y un dueto con Tony Bennett, que también apareció en su último álbum. El tema ha sido candidato a un Grammy en la categoría de mejor actuación pop en dúo o grupo.
Mitch Winehouse dijo que la tórrida vida personal de su hija significaba que su talento se vio a menudo empañado, incluso para él. “Estábamos tan liados persiguiéndola por todos lados que nos olvidamos de lo brillante que era”, dijo.
“Era nuestra niña, una niña normal que hacía cosas normales y que tenía este increíble talento. Ni siquiera sabía de dónde le venía. Así que lo dimos todo por hecho. ¿Pero sabe? Era un genio”, afirmó.
Una libra (1,19 euros) por cada tema del álbum vendido irá a la Fundación Amy Winehouse, que ayuda a niños y jóvenes a hacer frente a la pobreza, la enfermedad, la minusvalía o la adicción. El álbum ya es el más vendido de Amazon en Reino Unido antes de su salida a la venta en las tiendas. n
