El fallido proyecto de construcción de una biblioteca en los Jardines del Prado que arrancó la Universidad de Sevilla en el año 2008 comienza a desvanecerse de forma definitiva. Durante la mañana de ayer, las máquinas demoledoras iniciaron los trabajos de derribo de la parte de la estructura del edificio que llegó a construirse y que fue paralizada por medio de una orden del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en 28 de julio de 2009, tras la reclamación interpuesta por los vecinos del entorno.
La Hispalense informó que el proceso constará de dos fases diferenciadas de ejecución. En la primera de ellas, que está previsto que se prolongue durante al menos un mes y medio -finales de septiembre es la fecha tope que se han marcado-, se ejecutará la demolición de todo el andamiaje y hormigonado del edificio que proyectara la arquitecta iraquí Zaha Hadid. A este proceso inicial le seguirá una nueva actuación basada en la reposición del mobiliario retirado -fuentes, bancos y elementos ornamentales- y en la plantación de árboles y arbustos que, al menos, se dilatará hasta la primavera del próximo año, toda vez que los expertos en Botánica de la propia universidad han recomendado que no se inicie hasta el otoño para evitar las altas temperaturas de estos días.
Aunque no se han facilitado cifras oficiales sobre el coste que supondrán estos trabajos de derribo y reposición, fuentes de la Gerencia de Urbanismo indicaron hace un par de meses que la cantidad oscilaría entre los 1,5 y los 2 millones de euros. Ya por aquel entonces se cuestionaba si esta cifra estaba incluida dentro de los 6 millones de euros que la Hispalense aseguraba haber invertido en la construcción de la biblioteca o si generaría un nuevo coste para sus arcas. Sea como fuere, la universidad tampoco quiso entrar ayer a valorar el impacto económico que supondrán estos trabajos y se limitó a indicar que dependerá de si algunos de los materiales que han comenzado a retirarse "se pueden reutilizar o vender".
Por su parte, el Ayuntamiento indicó que actuará como supervisor de primera mano de todo este proceso de demolición del edificio, con objeto de que se cumplan todos los requisitos incluidos en la sentencia emitida por el TSJA. Ya en 2008, el por entonces líder de la oposición y actual alcalde, Juan Ignacio Zoido, mostró su rechazo al proyecto y se comprometió con los vecinos de la zona en llevar ante la Unión Europea la construcción de la biblioteca al calificarla de "barbaridad", "una tala salvaje" y "matanza innecesaria", que aseguró supondría la destrucción del 20% de la masa forestal del entorno.
Con el proceso ya iniciado será la Gerencia de Urbanismo la que compruebe que la demolición se lleva a cabo conforme al proyecto presentando por la universidad para, posteriormente, informar a los tribunales de su desarrollo. En esos términos se pronunció, el delegado del ramo, Maximiliano Vílchez, quien apuntó que su labor se centrará en comunicar las "posibles incidencias" y si "se ha ejecutado conforme al proyecto presentando y a las sentencias de los tribunales de justicia".
DESPILFARRO. Sobre este hecho también se manifestó el portavoz del PSOE, Juan Espadas, que lamentó que la ciudad tenga que invertir dos millones de euros en "destruir lo construido". A pesar de ello indicó que lo mejor es "mirar al futuro" porque "sería un error seguir instalados en la confrontación". Y añadió que, aunque "respetamos la sentencia judicial", considera "legítimo" que haya existido una diversidad de posturas acerca de la edificación de esta biblioteca ya que no se entendió "en ningún momento que fuera lesiva o que afectara a derecho o a intereses de los vecinos, sino todo lo contrario".
