Con tan sólo diez años, la vida de E.C. ha dado muchas vueltas. Perdió a su padre cuando tenía cinco años, su madre se vio obligada a emigrar a España para trabajar y, hace sólo unos días, tuvo a su bebé en un hospital de Jerez de la Frontera. Todos estos entresijos del pasado de la menor y de su familia los publicó ayer el diario británico Daily Mail, que incluso aporta fotografías y nombres completos de la madre y del padre de la pequeña a pesar de las advertencias de la Fiscalía de Sevilla sobre esta posible vulneración de su intimidad.
El reportaje del rotativo detalla que la madre de la menor arrastraba deudas, tuvo que venderlo todo y empezó a buscar trabajo fuera de su país. Su destino final resultó ser España, a donde llegó por primera vez hace unos años para trabajar en el campo, en concreto en la campaña de recolección de la fresa. Cada vez que empezaba la campaña, dejaba a su hija en casa de la abuela. El año pasado también le acompañó su hermana, que también dejó a su hijo, de 13 años, en casa de su abuela.
Los testimonios que recabó el Daily Mail apuntan a que fue en esta estancia cuando surgió el amor entre los dos menores sin que la abuela fuera consciente de ello. Fruto de esa relación concibieron al bebé que nació nueve meses después en el hospital jerezano. El reportaje relata que la madre de la niña se enteró del embarazo cuando éste ya era visible a todas luces, aunque se lo tomó con normalidad e incluso permitió que la pareja "viviera como marido y mujer", según explican vecinos de la familia en Bucarest.
Hace algo más de dos meses, madre e hija viajaron a España. Mientras, el padre, G.M., decidió quedarse en su país. El rotativo británico incluso señala, según fuentes de la familia, que "la relación con el padre ha terminado", aunque en un principio había la intención de contraer matrimonio cuando tuvieran edad legal de hacerlo.
Aunque a la Fiscalía le consta de que la niña vivió en un domicilio anterior y estuvo escolarizada, ahora vive con su madre y unos familiares en Lebrija, donde están atendiendo a los servicios sociales del Ayuntamiento de Lebrija, que están recabando información del estado en el que están y las condiciones en las que viven. También hacen frente a la maraña de cámaras que en los últimos días han estado apostados a la puerta de su vivienda.
La persistencia de los medios de comunicación, que les priva de la posibilidad de salir de casa, ha obligado a la Fiscalía de Sevilla a emprender demandas civiles a todos los que desvelen la identidad o la casa de la menor. "Es una persecución", indicó el viernes la fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, que incluso indicó que hay cierto temor a que decidan regresar a su país por culpa del "acoso mediático".
En este punto, el Daily Mail también avanza que, en principio, la familia no volverá a Rumanía, al menos, hasta que el bebé no sea "lo suficientemente fuerte para que pueda viajar en coche". Además, la familia le resta importancia a la edad de la madre y asegura que "es muy feliz con la niña".
