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La vida es sueño

Hoy lunes la gran mayoría de las personas estaremos bajo los efectos del cambio de la hora. Una contundente frase, lanzada desde todos los medios de comunicación, nos fastidió la noche del sábado.

el 16 sep 2009 / 00:37 h.

Hoy lunes la gran mayoría de las personas estaremos bajo los efectos del cambio de la hora. Una contundente frase, lanzada desde todos los medios de comunicación, nos fastidió la noche del sábado. "A las dos, serán las tres" nos recordaba de forma machacona, como si algún "gran hermano" temiera que olvidáramos la consigna. Porque eso es lo que parece, una orden en clave que como tal fue acatada. "A las dos, serán las tres" y, todos a una, excepto despistados irresponsables o, lo que es peor, "elementos subversivos no productivos, que no piensan en el interés general", nos pusimos en hora. Nos aseguran que en este caso el fin justifica los medios. Se trata de conseguir un ahorro energético, aunque sea a costa de permitir que nos quiten o que nos den una hora de vida, o de sueño, sin darle importancia al hecho de que, como dijo Calderón de la Barca, "la vida es sueño y los sueños, sueños son".

La medida debe funcionar, dado su éxito y persistencia, pese a opiniones muy documentadas en contra del "bianual" mareo horario. Pero dada mi falta de conocimiento científico o económico al respecto prefiero creer que de verdad es útil. Pero ello no me impide pensar que, ya que nos imponen el cambio horario, es una pena no poder aprovechar ese tiempo fantasma. Por ejemplo, convirtiéndolo en una especie de agujero negro que se comiera lo que nos es intragable. Imagino que muchos querrían que el Papa hubiera elegido ese momento para hablar de condones, dejando en el limbo de las palabras no pronunciadas esas que hubiera sido mejor callar; habrá quien hubiera elegido esa hora para la primera piedra del Hotel El Algarrobico y que así nunca hubiera existido; o para la emisión de los tramposos recibos de las Eléctricas; o el del examen que tan mal salió, o del despido injustificable y acarreador de incertidumbres familiares... Se admiten sugerencias, cada cual puede soñar y pensar qué quiere colocar en la hora inexistente, para poder hacer borrón y cuenta nueva. Elija y diga, esto que no me gusta nada, me lo como. Total, si a las dos son las tres, también eso debería ser posible.

Periodista. opinion@correoandalucia.es

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