La violencia entre residentes árabes y judíos en San Juan de Acre, en el norte de Israel, continuó ayer por quinto día consecutivo, mientras gran número de efectivos policiales patrulla la ciudad a fin de evitar nuevos brotes. El último suceso violento ocurrió a primera hora de la mañana de ayer cuando un grupo de vándalos quemó un vehículo propiedad de residentes judíos en el barrio este de esa ciudad norteña, foco de tensiones en los últimos días.
Los disturbios comenzaron el pasado miércoles por la tarde y el detonante fue que un vecino árabe al volante de un vehículo penetró en un barrio mayoritariamente judío poco después de comenzar la jornada más solemne del calendario hebreo, el Yom Kipur, donde queda vetada toda actividad para los judíos y se paraliza el tráfico. Según residentes judíos, el conductor circuló con la música de su vehículo a todo volumen, acción que calificaron de "acto de provocación", y desencadenó una oleada de disturbios entre las dos comunidades. En los enfrentamientos más de cincuenta personas fueron detenidas y unos 100 vehículos incendiados o dañados.
