Cultura

Lágrimas ‘morás’ por un genio

El fallecimiento en el día de ayer del gran guitarrista jerezano a sus 54 años, ha conmocionado al mundo flamenco.

el 10 ago 2011 / 20:15 h.

El guitarrista Moraíto Chico

Eran las once de la mañana cuando me daba la noticia un querido amigo, Gonzalo López Nieto: "Ha muerto el guitarrista jerezano Moraíto Chico", que llevaba muchos meses luchando contra un cáncer de pulmón. Fue El Chícharo quien me dijo hace dos semanas, en el Gazpacho Andaluz de Morón de la Frontera, que el Morao estaba ingresado en el Hospital de Jerez y que la cosa pintaba mal.

Ha muerto esta mañana, sobre las 10.30 horas, a consecuencia de un encharcamiento pulmonar. Menudo mazazo. Todavía lloramos la marcha de Fernando Terremoto y ahora, sin habernos repuesto aún, se nos acaba de ir Moraíto Chico, el genio de la guitarra de Jerez y una de las mejores personas que andaban por el flamenco.

En el pasado festival de Nimes tuve la suerte de escuchar su fantástico concierto y de darle un abrazo. Ahora se nos ha ido para siempre. Los años hacen que nos vayamos acostumbrando a la muerte de los seres queridos, pero hay muertes que nos tumban al suelo.

La de Moraíto Chico me ha hecho añicos el corazón porque quería mucho a este gitano artista, genio del toque jerezano, persona de gracia y, sobre todo, ser humano sin parangón.Conocía el alcance de su grave enfermedad y esperaba el fatal desenlace de un momento a otro, como lo hacían los jerezanos. Tenía sólo 54 años. No hay derecho. Se ha ido, además, como era el genio del barrio de Santiago de Jerez: con la misma humildad con la que ha vivido siempre.

La humildad no se aprende en una academia como puede aprenderse una falseta de Ramón Montoya. Es algo que te pega tu madre en la piel cuando te trae al mundo, del mismo modo en que te pega su sangre.

Manuel Moreno Junquera, Moraíto, era un ser humano de una sencillez y una ternura increíbles. Todavía siento el calor de su cuerpo, del abrazo que nos dimos en el pasado Festival de Nimes, una vez que había acabado su fantástico concierto.

¡Cómo tocó aquella noche! Estábamos cenando en el restaurante la Casa Blanca de la ciudad francesa y alguien me dijo que quería verme, que entrara donde estaba cenando con algunos amigos y compañeros. Estaba feliz porque sabía que había dado un concierto histórico, aunque no imaginaría que sería el último, su última gran lección de flamenco, sin trampas ni cartón.

¿O sí lo sabía? Esta muerte nos va a dar la puntilla, seguramente, pero habrá que sacar fuerzas de donde sea para estar mañana en Jerez y darle el último adiós a Moraíto de Jerez y un abrazo a sus familiares, sobre todo a su hijo Diego, que ahora tendrá que tirar de la familia y encargarse de que el toque de su padre no muera jamás. No estará solo en esa lucha, sin duda alguna.

Nada más conocerse la noticia el mundo del flamenco le ha hecho saber a la familia que estará ahí para lo que haga falta. Moraíto era un artista admirado por los más grandes, pero también muy querido por el pueblo, por la afición, por la gente sencilla. Pertenecía a una familia de guitarristas jerezanos, los Morao, de gran importancia en la historia del flamenco.

Acompañó el cante de los mejores y nos ha dejado dos discos en solitario (Morao y Oro y Morao, Morao), que lo harán un guitarrista immortal. Y si fue un genio como guitarrista, con un sabor y un compás únicos, como bailaor de bulerías no tenía precio. Su pataíta a compás era lo más esperado en todos los fines de fiestas.

Moraíto será enterrado hoy mismo, a las 12.00 horas, en el Cementerio Municipal de Jerez. Descansa en paz, amigo del alma, pedazo de pan bendito, artista. "El guitarrista más flamenco de toda la historia", según dijo ayer el también artista jerezano Paco Cepero.

Artistas e instituciones lamentan la pérdida

La muerte del guitarrista Moraíto Chico a temprana edad como consecuencia de una dura enfermedad tumoral, ha conmovido tanto a personajes del flamenco como a las distintas instituciones y administraciones a nivel local y regional.

La alcaldesa de Jerez (donde hoy recibirá sepultura el artista), María José García Pelayo, manifestó su pésame por el fallecimiento de "un grandísimo artista y una gran persona muy querida en una ciudad que ha llevado a gala en todas sus actuaciones, siendo muy admirado por derrochar un arte muy personal y peculiar y por acompañar a los más grandes cantaores", como Paquera de Jerez o José Mercé.

También lamentaron la pérdida de "un andaluz ejemplar para la difusión del flamenco en los teatros de todo el mundo" desde la Junta de Andalucía, mientras que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, resaltó la "gran compenetración entre la técnica, el arte y la intensidad musical demostrada por el artista", que será ahora añorado por la familia del flamenco y el mundo de la guitarra. Al menos, Sevilla "ha tenido la suerte de disfrutar de su arte", recordó el Ayuntamiento hispalense.

Por parte de los profesionales y aficionados, desde la Asociación de Artistas Flamencos (AAF) y la Confederación andaluza de Peñas Flamencas se vistieron también de luto por la marcha de "un gran maestro" y "una figura emblemática de una escuela tan importante como la jerezana", un pérdida que "nos deja ahora huérfanos en la guitarra después de hacerlo antes en el cante con Enrique Morente", señaló la presidenta de la AAF, Asunción Demartos.

Otros referentes del sector, como es el caso del guitarrista Manolo Sanlúcar, expresó "muy afectado" sus condolencias, resaltando la calidad humana del jerezano y considerando su talla artística "inconmensurable", con una personalidad "arrolladora".

Por último, el guitarrista Enrique de Melchor afirmó que con la pérdida de Moraíto Chico "se ha ido el ritmo", pues él era "todo sabor y ritmo", mientras que el guitarrista y compositor Paco Cepero ahondó en la marcha de alguien "irrepetible" en Jerez y "en el mundo", finalizó. 

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