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Economía

Lantejuela quisiera ser Castilleja del Guzmán

La cara y la cruz de la evolución del desempleo en la provincia de Sevilla tienen nombres concretos de pueblos. El anverso, Castilleja del Guzmán, y en el reverso, Lantejuela. En el primero, el paro no sólo no ha aumentado, sino que ha disminuido un 7,35% en el último año, mientras que en el segundo se lleva la desgraciada palma del crecimiento.

el 15 sep 2009 / 17:53 h.

La cara y la cruz de la evolución del desempleo en la provincia de Sevilla tienen nombres concretos de pueblos. El anverso, Castilleja del Guzmán, y en el reverso, Lantejuela. En el primero, el paro no sólo no ha aumentado, sino que ha disminuido un 7,35% en el último año, mientras que en el segundo se lleva la desgraciada palma del crecimiento, nada más y nada menos que del 71,9%. Son estragos de la crisis, son porcentajes tras los que hay rostros de personas y dramas familiares.

Se trata de los datos del paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo, el antiguo INEM, correspondientes al pasado mes de septiembre -los de octubre no se han desagregado aún-, y que se comparan con los del mismo mes de 2007 (esto es, evolución interanual). Un periodo, pues, de un ejercicio completo, desde que se desatara la burbuja de las hipotecas subprime (basura) en Estados Unidos, germen de la crisis financiera y económica que vivimos en la actualidad.

Las frías estadísticas nos dicen que sólo seis -a saber, Almadén de la Plata, Castilleja de Guzmán, Cazalla de la Sierra, Coripe, Pruna y La Puebla de los Infantes- de las 105 localidades de Sevilla han visto reducir su volumen de vecinos sin puesto de trabajo. En el resto, sangría laboral.

Pero cuidado. Aunque la economía del pueblo juega, por lógica, el papel primordial a la hora de analizar las cifras, también ha de tenerse en cuenta los habituales cambios de domicilio entre localidades cercanas, así como las pérdidas de población y, por tanto, de empadronamiento.

Un ejemplo. El que es el pueblo con mayor descenso del paro, Castilleja de Guzmán, aporta a Sevilla una gran parte de su mano de obra local, debido a su ubicación en el Aljarafe, a un tiro de piedra de la capital hispalense. Si una empresa cierra en esta última y despide a guzmareños, el cómputo del desempleo no consta allí, en la urbe, sino que se asigna al pueblo. Si abre una compañía, proceso inverso.

Caso distinto, el de Lantejuela. Ya en verano pasado, su propio alcalde, Juan Vega (IU) asistía en Madrid a una manifestación para apoyar a los daminificados por la crisis del ladrillo, no las grandes constructoras, sino pequeñas firmas auxiliares y subcontratas, "las que realmente dan vida (económica y laboral) a mi pueblo".

"Afectados ellos y afectado yo", relataba el primer edil. "En Lantejuela, apenas somos 3.800 habitantes, pero ya existen decenas de empresas perjudicadas". Sangría laboral, y aunque el volumen absoluto de parados, 208 a 30 de septiembre pasado -el 71,9% más en tasa internanual- pudiera parecer pequeña, no lo es su peso sobre la población total.

Precisamente Juan Vega estaba entre la quincena de alcaldes y cargos públicos de IU en la provincia de Sevilla que se encerraron la semana pasada en la sede del Parlamento andaluz para denunciar la situación "al borde de la bancarrota (económica)" en la que, en la actualidad, se encuentran sus ayuntamientos.

Y de Lantejuela es el empresario Antonio Moreno, gerente de la empresa Alucan, dedicada a la fabricación de aluminio, quien tuvo que despedir a su plantilla y reducir al mínimo la actividad por la deuda que le dejó un grupo constructor que se declaró en suspensión de pagos. Fue uno de los cabezas visibles de las primeras protestas en las calles protagonizadas por los impagados del ladrillo.

Sorpresa en la olivarera de la localidad de Coripe. Las estadísticas del INEM indican que es, de los citados seis, el segundo municipio con mayor recorte del desempleo en el último año, en concreto del 7,35%, hasta 63 personas. Léase bien, 63 personas, y no más. Y la razón, el verdeo. En efecto, explican allí, este año ha habido un incremento en la cosecha de aceituna de mesa, el suficiente como para que aflore el recorte.

Acompañando a Lantejuela, otros porcentajes muy elevados de martirio laboral, como los de Los Molares, Martín de la Jara, Los Palacios, El Cuervo, Burguillos y Alcalá del Río. ¿Y la capital? Puede darse con un canto en los dientes, puesto que el número de desempleados "sólo" subió un 17,49%. En personas, 55.059.

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