El líder vecinal de Madre de Dios, Rafael Amarillo, posa ante la sede de la asociación. Marco Furilo
Es uno de los líderes vecinales más jóvenes de Sevilla. A sus 28 años, Rafael Amarillo preside la asociación vecinal de Madre de Dios, una barriada que hace más de tres décadas se segregó de Tres Barrios para bajo la dirección del recordado Francisco Guisado exponer sus propias reivindicaciones en una zona en transformación social donde los edificios muestran su peor cara y los vecinos se abren paso entre el abandono político y el azote social del paro y la crisis. Aun así siempre quedan fuerzas para hacer ruido y pedir un poco de cariño para quienes se sienten muy cerca del Centro.
¿Qué tiene que aportar un presidente vecinal tan joven? Creo que mucho. Debemos apostar por la juventud y darle más responsabilidades en el movimiento asociativo vecinal. Ello permitiría que los chavales cuiden más del barrio e impliquen a otros jóvenes en este proyecto de convivencia y civismo. Los jóvenes tenemos mucho que decir.
¿Cómo es la vida en la barriada Madre de Dios? Tiene temporadas. Hay momentos más conflictivos y otros más tranquilos. Depende también de la zona en la que estemos. Ahora, en general, está todo más tranquilo. El único problema, que ya se lo hemos trasladado al distrito [Cerro-Amate], son las barbacoas que se hacen los fines de semana en el bulevar de la Ronda del Tamarguillo y que se están cargando todo, destrozando lo poco que queda en pie. Encontramos zonas quemadas, sobre todo en el suelo y en los muretes. Hay hierba y matojos sin cortar. El parque está muy abandonado. La imagen es lamentable. No es una vista bonita, cuando prácticamente estamos en el Centro de Sevilla.
¿Qué propone que se haga en esta zona ajardinada? Nos gustaría que estuviese más cuidada, que cuando se llame a la Policía Local, cuya jefatura está justo enfrente, acuda para disuadir de las barbacoas y otras actividades incívicas que van en contra de la conservación del recinto, y que no nos digan que llamemos al 112, que ellos no pueden salir. Es una pena que este bulevar no sea una zona de esparcimiento y encuentro vecinal, con zona verde con bancos y columpios para los niños.
¿Cree que se presta poca atención a la barriada? Sí, desde luego. Tenemos que dar mucho ruido para que nos escuchen. Por ejemplo, para arreglar el acerado de la avenida de la Cruz del Sur tuvimos que dar muchos partes al distrito. Sé que en otros sitios no dan tanto ruido y se lo arreglan más rápido. Pero aquí las cosas cuestan mucho. Para reunirme con el delegado tuve que esperar un año. Y para hacerlo con el alcalde... Fuimos los primeros en solicitar un encuentro con él y aun no ha venido. El 3 de mayo de 2012, hace ya un año, el jefe del gabinete de Zoido nos respondió en un email que vendría muy próximamente, y hasta ahora. Problemas personales con él no tenemos, pero lo cierto es que en este barrio nunca ha entrado y no sabemos por qué. Es una pena, porque el alcalde debe estar para todos los barrios, le gusten más o menos. Aquí sólo vienen cuando les interesa, pero vamos, que el único partido en el que milito es Madre de Dios.
La imagen de los bloques de pisos habla de abandono... Para la inauguración de la Jefatura de Policía se pintaron varios edificios que dan a la carretera, pero habría que seguir con el resto de bloques. La verdad es que hay pisos que además requieren de una rehabilitación urgente, pues arrastran problemas de humedad que amenazan techos y paredes. Pero como no hay un mantenimiento del barrio...
Al menos la limpieza no fallará... También depende. Creo que más que efectivos, necesitamos actividades de concienciación. Hace tiempo presentamos un proyecto al distrito para organizar un evento con los escolares en el parque de la Ronda del Tamarguillo. Todos lo vieron bien, pero nada.
¿Qué pasa con la plaza Andrómeda? Allí hay un parque de juegos infantiles. Se valló el recinto pero la zona cuenta con un suelo de chinos que obligatoriamente hay que cambiar por uno de caucho para que los pequeños puedan divertirse sin problemas. Pedimos el cambio hace ya año y medio, pero nada. La verdad es que la plaza está totalmente abandonada. Los propios vecinos tienen que cuidar su limpieza. También hay problemas en la calle Buril, donde no se respetan las dos plazas de aparcamiento para minusválidos.
A ello se suma el elevado paro que trae consigo la crisis... Hay una gran cantidad de paro. Tenemos a personas que no pueden pagar la hipoteca, ni la luz ni nada. No damos abasto con el reparto de alimentos de la Cruz Roja. En semana y media hemos completado las 560 cartillas que tenemos reservadas para los lotes, y aun así siguen viniendo más.
¿Por qué es necesario que se active de una vez el Plan Integral de Tres Barrios (Candelaria, Madre de Dios y Pajaritos)? La barriada de Madre de Dios está dentro de este proyecto. Es un plan necesario que solucionaría muchos de los problemas que tenemos actualmente. Pero, por desgracia, está paralizado. No entiendo qué hace parado cuando tanta falta hace.
