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Las carreteras sevillanas sufren el peor verano de los últimos 8 años

Sevilla fue la provincia que registró más muertes al volante en España durante el periodo estival, con 21 víctimas mortales.

el 02 sep 2011 / 14:18 h.

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Las carreteras sevillanas vivieron su verano más trágico de los últimos ocho años, hasta el punto de que se convirtió en la provincia española con más muertes en carreteras. Los trágicos accidentes del Bajo Guadalquivir en el último mes, donde fallecieron ocho personas, han disparado las cifras hasta 21 muertes en 15 accidentes en julio y agosto, sólo comparable a 2004 y uno menos que en 2003, el verano más negro de la última década. Tras la provincia de Sevilla, están Barcelona, con 13 accidentes y 18 muertos; Madrid, con 14 siniestros mortales y 16 víctimas, y Tarragona, con 14 accidentes y 15 fallecidos.

El balance en la provincia, que ha facilitado la Delegación del Gobierno, no va en sintonía con los buenos datos registrados en el resto de España, donde el número de fallecidos en carretera ha sido el más bajo en 50 años, con 321 víctimas mortales que, además, son un 11,3% menos que en 2010.

En esa comparativa con el año anterior tampoco salen bien paradas las carreteras de la provincia, ya que las cifras se han duplicado tanto en accidentes como en fallecimientos. Hace un año, hubo ocho siniestros con víctimas mortales, con 10 muertos, un herido grave y dos leves. Por contra, este verano se contabilizaron 21 personas fallecidas, 10 heridos graves y 12 leves.

La Delegación de Gobierno argumenta que este repunte se produce por las distracciones, como ya avanzaron en anteriores intervenciones. Buena prueba de ello es que, al igual que la cifra de muertes en carretera, este factor también se ha visto multiplicado por dos. De hecho, ha sido el causante del 80,95% de los accidentes mortales, que se han cobrado la vida de 17 personas. Eso contrasta con los guarismos de 2010, donde la distracción en la conducción fue determinante en el 40% de los fallecimientos. El dato avala las declaraciones realizadas a mediados de agosto por el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, que recalcó que "las causas de los accidentes no son aplicables a la situación de las infraestructuras", explicación que dio días después de los dos accidentes en apenas 48 horas en la carretera N-IV en el término municipal de Los Palacios y Villafranca, que se saldaron con cinco fallecimientos.

Sin embargo, la distracción no fue el único factor. La infracción a la norma (14,29%), el cansancio (9,52%) y la velocidad inadecuada (4,76%) fueron otros factores determinantes en estos accidentes. Por contra, ninguno de ellos se produjo, al igual que el verano anterior, por una mala señalización o mal estado de la vía.

Ese repunte también tiene un punto de atención principal en las carreteras del Bajo Guadalquivir, donde se han producido la mitad de los accidentes del verano. El último tuvo lugar en la madrugada del 31 de agosto, cuando tres personas murieron tras salirse el vehículo de la carretera A-371, que une Villamartín con Las Cabezas de San Juan, y partirse en dos al sufrir el impacto contra un talud.

Un mes antes se produjo una colisión entre dos vehículos, que se saldó con la muerte de dos personas en la A-375, que une Utrera con Puerto Serrano (Cádiz), y que sólo en dos años ha sido escenario de ocho fallecimientos, a pesar de que la vía no sufre ninguna deficiencia ni punto negro.

Pero los que más recorrido, incluso político, han tenido fueron los dos accidentes mortales de la N-IV. El 31 de julio fallecieron tres personas de una misma familia -un matrimonio y su nuera-, además de siete heridos en una colisión de tres vehículos. Dos días después, otro coche se salió de la misma vía causando la muerte de otras dos personas. La cercanía de los dos siniestros y el balance trágico de esta carretera -83 víctimas mortales en la última década-, llevó al alcalde de Los Palacios y Villafranca, Juan Manuel Valle (IU-IP) a exigir el Ministerio de Fomento el desdoble de la carretera, una obra que no se ha acometido hasta la fecha aunque está proyectada. Sus reivindicaciones llevaron incluso al anuncio de cortes en la N-IV si los responsables de Fomento no se reunían con él para abordar el asunto. Al final, Fomento se reunirá con el alcalde la próxima semana, aunque recalcando que la vía no se encuentra en mal estado y que los accidentes de los últimos años se deben, en su gran mayoría, a distracciones o exceso de velocidad de los conductores.

Ése es, precisamente, el nexo de unión de todos los accidentes que han sufrido las carreteras del Bajo Guadalquivir. Tanto el de Las Cabezas de San Juan como los de Utrera y Los Palacios y Villafranca se produjeron en tramos de la carretera en línea recta que, a priori, no debían acarrear dificultades para los conductores siempre y cuando respetasen las señales y los límites de velocidad. Sin embargo, han sido los lunares de un verano que en el resto de España ha sido de los mejores en cuestiones de tráfico.

La provincia va, por lo tanto, a contracorriente con respecto al resto de España, incluso también en volumen de tráfico. El balance de Seguridad Vial del verano resalta una caída en el número de desplazamientos en las carreteras españolas, que cayó un 3,7%, pasando de 83 a 80 millones de desplazamientos. Por contra, las vías sevillanas sí que reflejaron una cierta recuperación con respecto a años anteriores, cuyo descenso se asoció a la irrupción de la crisis económica. Así, el volumen de movimientos de largo recorrido creció el 1,94% con respecto al verano pasado, es decir, 3,8 millones de vehículos.

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