Habrá que esperar unos meses para calibrar el efecto que, sobre las empresas andaluzas, tendrán los problemas que han abocado a Irlanda a pedir ayuda a sus socios europeos. No, no se trata de una repercusión directa, más bien de evaluar cómo se resienten, o no, las relaciones comerciales que Andalucía mantiene con ese país y de las que, claramente, este último sale más beneficiado.
Y es que, en los primeros ocho meses de este año -últimos datos disponibles- la balanza se inclinó claramente hacia el lado de Irlanda, que vendió a la comunidad productos por valor de 139,8 millones de euros, fundamentalmente preparados alimenticios (102,28 millones) y artículos textiles y de confección (16,49 millones), según los datos recogidos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Por el lado contrario, Andalucía sólo logró exportar con destino a aquel país bienes valorados en 36,11 millones de euros entre los meses de enero y agosto. En este caso, las frutas y las legumbres (15,18 millones) y los aceites y grasas (4,49 millones) junto a los abonos (5,18 millones), se convirtieron en los productos más atractivos para la importación, aunque como denotan las cifras, son mucho menores que las compras efectuadas desde la comunidad andaluza.
No obstante, se aprecia que, al comparar ese periodo con los primeros ocho meses de 2009, Andalucía logró mejorar el valor de sus exportaciones con destino Irlanda en un 12,15%, mientras que redujo sus importaciones un 3,13%. Es precisamente ésa la estrategia que se persigue, que no es otra que reducir la dependencia de las compras exteriores y potenciar la venta de los productos nacionales en los mercados extranjeros.
Según las estadísticas oficiales de comercio exterior, la provincia de Sevilla acaparó 6,5 euros de cada diez comprados en Irlanda -sobre todo, preparados alimenticios y, en menor medida, carne- hasta sumar un total de 91,52 millones en compras.
Sin embargo, esta cantidad representa un descenso del 8,37% frente a los productos adquiridos de enero a agosto de 2009. Mientras tanto, en el extremo contrario, el de las ventas, Sevilla aportó mayoritariamente aceites y grasas (por valor de 4,1 millones) así como frutas y legumbres (1,08 millones), de modo que sus exportaciones se elevaron hasta los 9,45 millones, cuantía que experimentó un ligero retroceso del 3,9% en comparación con el año anterior.
