La caída de los gastos inherentes al campo -los llamados consumos intermedios, como fitosanitarios y abonos- impidió en Andalucía que la renta agraria se hundiera en 2009. Ésta -que resta al valor de mercado de todas las cosechas y ganaderías tales desembolsos y suma las subvenciones recibidas- bajó un 3,40%, hasta los 8.592,62 millones de euros, mostrando una agricultura en crisis.
Son los datos estadísticos confeccionados por la Consejería que dirige Clara Aguilera, quien a primeros de diciembre pasado sólo adelantó el de la producción final agraria, que se contrajo un 6,7%, con 9.749,05 millones. Dado que la metodología cambió en 2006, sólo es posible comparar la cifras con respecto a ese año. Del cotejo se concluye que tanto ese revés como aquél son los primeros del periodo.
Olivar. A la hora de buscar con el dedo acusador, éste apunta al aceite de oliva, dado que el valor de su producción se derrumbó para el año pasado un 26,8%, hasta 1.256,21 millones de euros. Por tanto, los olivareros dejaron de ingresar en un solo año 459,55 millones, y eso pese a que las cotizaciones en origen -a salida de la almazara- consiguieron remontar un vuelo que ya era a ras del suelo -la propia Consejería calculó que se encontraban por debajo de los umbrales de rentabilidad- en la segunda mitad del ejercicio. Eso sí, la cosecha 2008/09 fue un 16% inferior a la anterior, y esta menor oferta, al menos en teoría, tendría que haber propiciado un alza de los precios.
Su hermana pequeña, la aceituna de mesa, tampoco corrió una mejor suerte, pues el valor de su cosecha se depreció un 17,7%, con 626,71 millones de euros, o 134,78 millones menos. Por tanto, el olivar en su conjunto reveló una profunda pérdida (594 millones).
Lo cierto y verdad es que estos números rojos preceden a la mayoría de los cultivos (por ejemplo, cítricos, el -13,8%, proteaginosas, un -21,4%), y sólo se salvan el cereal (+14,7%), el forraje (+2,8%), el tabaco (+28,8%), las plantas ornamentales y flores (+3,6%), el algodón (+42,5%), las frutas frescas (+6,4%) y el vino y mosto (+5,3%). En parte, ese subidón de tabaco se explica por las mayores ayudas europeas (reestructuración), y al igual ocurrió en el caso de los algodonales.
Porcino. La ganadería, por su parte, vio caer su valor de mercado un 3,3%, hasta los 1.275,2 millones, siendo un sector que, según se lee de las estadísticas, no levanta cabeza, ya que parece estar estancado. Aún no se han desagregado las cifras, si bien cabe inferir que el porcino, en especial el ibérico, ha sido uno de los principales causantes de tal descenso.
Mientras, los insumos (gastos intermedios) se recortaron el año pasado un 13,5%, con 2.260,58 millones de euros. Esta bajada es relevante por cuanto en la campaña anterior subieron un 11% sobre todo por el impacto de la escalada del crudo -determina el coste de los fitosanitarios- y del gasóleo agrícola.
VAB. Y llegamos así al valor añadido bruto del campo en 2009, que surge de restar los consumos intermedios al mencionado valor de la producción final, siendo el indicador que se toma en cuenta al calibrar el peso de la agricultura en el Producto Interior Bruto de la comunidad. El VAB retrocedió un 4,4%, para quedar en 7.488,47 millones de euros.
Si a ese resultado quitamos las amortizaciones y los impuestos y sumamos las subvenciones (éstas alcanzaron los 1.632,62 millones), obtendremos la renta agraria, que descendió el 3,4%, hasta 8.592,62 millones.
En el caso del conjunto de España, ese indicador sufrió una bajada aún más intensa, de un 5,3%, con 23.233,1 millones, indican las cifras del Ministerio del ramo.
