Luis Oliver afirmó, reafirmó e insistió bastantes veces en que él no sólo no dejaba facturas sin pagar, sino que rompía todas. Lo que se le olvidó comentar es que todo lo que pagó durante su estancia en el Betis lo cargó a la cuenta del club. El vicepresidente, José Antonio Bosch, ya adelantó el viernes que había facturas por doquier y partidas disimuladas como gastos de cantera o de preparación de esa junta de accionistas prometida y que nunca se celebró, y el diario El Mundo aportó ayer algunos detalles de máximo interés.
Las dietas de Orión, la consultora que cobraba 35.000 euros al mes, son muy llamativas. Hay dos facturas de 2.760,48 y 3.923,72 euros, por ejemplo, y durante julio, agosto y septiembre hubo cargos casi todos los días. Los empleados de Orión venían a Sevilla a principios de semana y volvían a Madrid el fin de semana. Siempre viajaban en AVE, claro. Entre Oliver y tres de sus contratados (Isabel Escrig, Sergio de Benito y Diana Claros) suman cuatro billetes en Preferente con un costo de 750,31 euros. Y como dijo Bosch, esta carga aparece bajo el concepto "gastos del segundo equipo". Que se sepa, ninguno de los cuatro juega en el Betis B.
Los empleados de Orión y el propio Oliver pernoctaban en un hotel. Por poner otro ejemplo, el 4 de octubre hay una factura de 1.800,09 euros en concepto de "alojamiento, desayuno y tintorería". Y cuando no estaban en el hotel, es evidente que llamaban mucho por teléfono: 2.086 euros en septiembre y 2.571,67 en octubre. Oliver y su grupo no se privaban de nada. El 2 de noviembre, un día después de la muerte de Juan Manuel Gómez Porrúa, consta un cargo de 4.426 euros por "catering y copas".
