Economía

Las fincas se concentran para ganar en rentabilidad

La ausencia de relevo generacional en el campo es una de las razones que provoca que, entre 1999 y 2009, las explotaciones desciendan y se especialicen, según arroja el censo agrario.

el 17 jul 2011 / 20:56 h.

La despoblación del campo, el envejecimiento de quienes se dedican a las labores agrícolas y la ausencia de un relevo generacional, junto a unos cada vez más ajustados márgenes y unos costes de producción más elevados en contraposición al precio que reciben por sus productos, conforman los ingredientes que explican que en la última década se hayan reducido las explotaciones agrarias y la superficie destinada a estas tareas, hacia la búsqueda de una mayor rentabilidad.

El último censo agrario publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que recoge los datos de 2009 indica que, en comparación con el anterior -realizado en 1999-, la cifra de explotaciones agrarias se ha recortado un 23,24% en España, hasta situarse por debajo del umbral del millón (concretamente, 989.796), mientras que su superficie se ha reducido un 13%, a 30.614.351 hectáreas, de las que algo más de 23,75 millones es utilizada para las labores del agro.

Son 2,4 millones de hectáreas menos que las empleadas hace diez años, un descenso que se reflejó tanto en las tierras labradas (el 8,43% menos) como en las destinadas a pastos permanentes (el 10,58% menos). Junto a ello, otro indicador, el de las unidades de trabajo y año por explotación aumentaron un 7,3%, fruto del proceso de concentración y especialización de las fincas registrado en este tiempo.

Herbáceos y berberechos (11,28 millones de hectáreas), olivar (2,15), frutales (1,03), viñedo (852.618) y otros leñosos (42.780) se reparten la superficie cultivada, según el censo.

Todas las comunidades autónomas aumentaron su media de superficie agrícola utilizada por explotación, lideradas por Galicia (45,9%), La Rioja (32,6%) y Cantabria (30,2%). Andalucía, aunque también se anotó un incremento, registró el menor aumento, que fue del 6,9%, al pasar de una superficie media de 17 hectáreas por explotación a 18,19 hectáreas.

Este dato de la evolución refleja que en la comunidad andaluza, donde la actividad agraria cuenta con un peso importante en la economía, la concentración de tierras se produce a menor ritmo al contar con un mayor número de agricultores (población activa agraria) que en otras comunidades y, pese a que la falta de relevo generacional también se produce, tiene menor incidencia que en otras regiones españolas.

En Andalucía, se contabilizan un total de 242.016 explotaciones agrarias que sumaron algo más de 4,4 millones de hectáreas de superficie, según los datos aportados por el INE.

El aprovechamiento de las tierras labradas se repartió entre los cultivos herbáceos (con 90.406 explotaciones y 1,56 millones de hectáreas), el olivar (169.459 fincas y 1,35 millones de hectáreas), los frutales (39.760 explotaciones de 229.515 hectáreas) y el viñedo (con 26.299 hectáreas repartidas entre 8.915 fincas).

En materia ganadera, las explotaciones también cayeron en España. Las de porcinos registraron los mayores descensos (-61,4%), seguidas de las de aves (-59,6) y equinos (-52,4%). Las explotaciones de caprinos descendieron más de un 40%, mientras que las de ovinos lo hicieron un 35,6%. Pese a ello, sí que aumentó el número medio de cabezas por finca en todas las especies, lideradas por el porcino (el 190,7% más), las avícolas (174%) y los equinos (128%).

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