Por sevillanas y chirigotas reivindicativas. Con globos, papiroflexia y magia. El Polígono Sur aprovechó ayer la celebración del Día de la Esperanza para impulsar la participación y el compromiso vecinal frente a la imagen degradada que arrastra el barrio desde hace 30 años. En la jornada festiva se sondeó si retomar las protestas.
En una de las farolas de la avenida de la Paz, un cartel anuncia el circo que cada año trae la Feria de Abril. La pancarta queda neutralizada con otras menos elaboradas pero con mensajes más interesantes para los residentes del barrio: "Justicia para el Polígono Sur. Basta ya de engaños. Nosotros también somos Sevilla".
A este reclamo y al de una mañana soleada, decenas de vecinos de las seis barridas que conforman el mosaico del Polígono Sur peregrinaron hasta la parte central del bulevar de la avenida de la Paz. Allí, cerca al núcleo residencial Paz y Amistad que cumple 25 años, se levanta un improvisado recinto ferial al que sólo le faltan farolillos y casetas de lonas.
Y es que para los vecinos del Polígono Sur, el Día de la Esperanza es su fiesta grande. Desde hace cuatro años, en ella se divierten, pero, sobre todo, alzan su voz en "una jornada de convivencia en la que entidades vecinales, coordinadoras y parroquias (alrededor de una veintena) lanzan sus mensajes de esperanza, desestigmatizando así la imagen que de esta zona se tiene en el resto de la ciudad", resumía ayer Trinidad Díaz, portavoz de la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, organizadora del evento.
A la entrada del recinto, el stand del joven José acapara toda la atención. "¿Cómo te quedas?", pregunta a un voluntario de su sorprendido público tras concluir uno de sus trucos de magia con la baraja de cartas. José es uno de los chavales que integran el grupo Jóvenes Transformadores para el Polígono Sur.
Junto a su stand con tapete verde, se sitúan otros que enseñan cómo hacer figuras con globos y papeles. Entre las manualidades no faltan la de confección de pulseras y la de maquillaje. "Es sólo la punta del iceberg de todo lo que aquí hacemos", explica Díaz.
Y frente a esta cara más amable y, a veces, desconocida, la más gris. El paseíllo por este real, demarcado por minúsculas macetas de flores, hace escala en las utópicas paradas del Metro a su paso por el Polígono Sur. "Martínez Montañés, La Oliva,..." coronan el logo del suburbano sevillano sobre uno de los paneles. Un mensaje reivindicativo más. "Otra vez nos marginan de la Sevilla del futuro", critica Alfonso Alcaide, secretario de la plataforma.
En un tablón, a modo de quiniela, los vecinos van dejando su opinión sobre si retomar o no las movilizaciones ante la "lentitud" de proyectos de mejoras para la barriada como el Plan Integral.
Al final de la jornada, los resultados de este referéndum son aplastantes en favor de las protestas, aunque la plataforma vecinal ha emplazado para esta semana su decisión final una vez estudie los resultados de la encuesta: "Hay proyectos en los que no se cumplen los plazos. Por ello, es muy importante la concienciación de todos", dijo Díaz.
De cómo ha evolucionado el Polígono Sur es testigo Rosario García, vecina de 60 años y una de las primeras en mudarse a la barriada Paz y Amistad, que cumple 25 años: "Hasta entonces vivía en la casa de mi madre. Tenía una habitación para mi marido y mis dos hijos. Aquí nos hicimos con un piso".
Aunque reconoce que "hay que prestar más atención a las familias que no tienen para reformar su hogar". De denunciar éstas y otras carencias se encargaron la revista de la plataforma y la chirigota Las Egipcias, de la entidad vecinal Solidaridad: "Sabemos que en las pirámides/se consumían los faraones/ en mi barrio es similar/ por no tener ascensores", dice el estribillo de este grupo formado por amas de casa.
Junto a ellas, también amenizaron la jornada, el grupo flamenco Aromas del Sur, que interpretó la bulería Soy rebelde. El acto cívico contó con la presencia del director del distrito, José Antonio Quirós; su subdirector, Antonio Domínguez; y el comisionado Jesús Maeztu. Ni el delegado del distrito ni el alcalde acudieron a la cita.
