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"Las mujeres no nos podemos permitir ir a cada boda con un modelo diferente"

el 06 oct 2012 / 19:48 h.

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Mawi Alcalá Garrido (Bornos, 1980) ha encontrado la fórmula para que las invitadas a bodas y eventos especiales no tengan que dejarse la cartera cada vez que tengan que acudir a una cita de este tipo. Hace seis meses puso en marcha Rental Vogue, un negocio que se dedica a alquilar vestidos de fiesta de las mejores marcas a precios muy asequibles. La gran acogida obtenida le ha llevado a poner en marcha una línea de prendas más funcionales que ya están a la venta.

–Abrió hace apenas unos meses. ¿Montó su negocio como una solución para las mujeres que tienen que acudir a eventos ante la crisis económica?

–No, la idea no surgió por la crisis, sino porque era un área que aún no había abordado nadie en Sevilla. De hecho, la considero más una solución de moda. Las mujeres no nos podemos permitir ir a todas las bodas con un modelo diferente, a lo que se suman los complementos, porque es mucho dinero. Además, queremos ir siempre con algo distinto. Es verdad que puede ser una solución también de cara a la crisis, pero no es el motivo. De hecho, antes de que surgiera ya había negocios de alquiler de chaqués para hombres, y eso que sólo los utilizan los testigos. Sin embargo, las mujeres van siempre arregladas y no teníamos esta opción.

–¿Tiene otras líneas de negocio?

–Todo lo del alquiler sigue una lógica. Una mujer no se va a gastar 300 euros en un vestido si sólo lo va a usar una vez. Pero un pantalón arreglado, por ejemplo, sí te lo puedes poner con más facilidad porque es una prenda más versátil. Por eso, he puesto en marcha una línea de cosas que puedes ponerte para un evento o en un fin de semana con la idea de vender, no alquilar. Lo que pagas es lo mismo que en una tienda de las más conocidas. La idea es que las clientas tengan otro punto de referencia de moda en la ciudad, aunque no esté en un escaparate. Pueden irse informando a través de mi blog, www.rentalvogue.com. La apuesta es continuar el negocio con líneas más funcionales de cara a ofrecer un servicio más.

–A pesar de que lleva pocos meses, su negocio ha tenido gran acogida. ¿Cómo se ha dado a conocer?

–No hay otro en la ciudad y se ha transmitido a través del boca a boca. Va a través de citas que se pueden pedir directamente en la tienda, que está en la calle Siete Revueltas, o a través del teléfono 627580430. Además, cuando empezamos mandé una nota de prensa y salió en algunos periódicos, por lo que muchas mujeres se enteraron por ese medio. Además, no estoy cara al público, de ahí la importancia de que se dé a conocer de esa manera, por que la clienta salga satisfecha.

–¿Tiene previsto abrir una tienda de corte tradicional?

–No tengo pensado cambiar el sitio porque ahora se lleva mucho la venta privee y los showrooms. Se considera como algo VIP en las tiendas tradicionales, es un servicio exclusivo que nosotros damos siempre. El trato es siempre personalizado porque asesoro también a las clientas.

–Por ahora es la única que ha puesto en marcha una empresa de este tipo. ¿Teme que le empiece a surgir competencia?

–Creo que sí va a aparecer en un momento u otro, pero es algo que no me preocupa. Este negocio es nuevo y funciona bien, así que es normal que más gente vea la oportunidad. Desde el principio sabía que podía ser la primera, pero no la única. Además, que surja competencia puede suponer una oportunidad, ya que puede impulsar la idea entre la gente de que alquilar los vestidos para acudir a un evento es lo más normal del mundo.

–¿Qué tipo de mujeres se acerca a Rental Vogue?

–Es un perfil muy bueno, de mujeres trabajadoras que tienen que acudir a eventos. Además, suelen estar preocupadas por la moda. Aunque lo normal es que vengan mujeres sobre los 30 años, muchas veces visto a sus madres.

–¿Cuánto cuesta alquilar un vestido para asistir a una boda?

–Pues depende, pero lo normal son 50 euros. Entre nuestros modelos hay algunos que cuestan en las tiendas más de 400 euros. Aquí no sólo te llevas el vestido, sino también los complementos y el tocado. El fin es que quien venga se vaya con el look completo y no tenga que dar más vueltas. Además, y es lo positivo de esto, con lo que te cuesta un traje de fiesta puedes alquilar ocho o nueve veces siempre cambiando de modelo. En cuanto a la nueva línea más funcional que estoy poniendo en marcha, unos pantalones cuestan en torno a 60 euros y si son de terciopelo 10 más. Son precios muy competitivos.

–Otra de las líneas de negocio es la organización de bodas y eventos. ¿Ha notado una caída por la crisis?

–No ha caído. Es cierto que hay bodas y bodas, pero la gente se sigue casando. Del tema de la organización de bodas me surgió la idea de alquilar vestidos, porque me daba cuenta de que los novios cada vez gastaban menos en la celebración y, sin embargo, las invitadas seguían gastándose lo mismo para ir lo mejor posible al evento. Llevo años con este tema y eso sí que ha cambiado en los últimos tiempos.

–¿Y el estilo ha cambiado?

–También ha experimentado una transformación en los últimos años. Antes se iba a las bodas con vestidos más formales, que eran claramente para ir a una celebración de ese tipo. Ahora la línea es más sencilla. De hecho, se han puesto mucho de moda los dos piezas. Cada vez se usan más los pantalones y también los monos enterizos.–¿Cómo va renovando el armario de cara a las clientas?
–Cada semana compro cosas nuevas y las incorporo al catálogo. Se pueden informar de las novedades a través de mi página en Facebook o por el blog.

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