Local

Las pulseras electrónicas para maltratadores podrán implantarse en 2009

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente Acosta, afirmó que el sistema electrónico de pulseras, que localiza a los agresores de violencia machista, se podrá implantar en todas las comunidades autónomas "a principios del próximo año".

el 15 sep 2009 / 09:04 h.

TAGS:

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente Acosta, afirmó que el sistema electrónico de pulseras, que localiza a los agresores de violencia machista, se podrá implantar en todas las comunidades autónomas "a principios del próximo año", si el proceso administrativo "sigue los cauces habituales".

El delegado del Gobierno participó en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo del Escorial, con la ponencia 'Violencia de género y medios de comunicación: información y prevención'.

Por el momento, las pulseras electrónicas sólo se han implantado hasta ahora en algunas comunidades, como Cataluña, Baleares y Madrid, por lo que Lorente expresó su deseo de que su disponibilidad sea total "lo antes posible" en todo el territorio nacional.

En este contexto, defendió que todas las medidas dirigidas a la seguridad y protección de la víctima "deben pasar por el control del agresor y no por la huida de la mujer". "No podemos permitir que aumente la victimización a través de una mayor tranquilidad del agresor a costa de la intranquilidad de la victima", enfatizó.

Por otro lado, en relación a la propuesta del Ministerio de Justicia de Reino Unido de suprimir el cargo de asesinato para mujeres maltratadas, aseguró que esta medida "no se puede aplicar en el Derecho continental de base romana" porque el sistema juzga casos individualizados y no la pertenencia a ningún grupo o circunstancia.

Mientras, explicó que la legislación anglosajona tiene "unas figuras y una estructura completamente diferentes" y que con esta iniciativa se "rompe su jurisprudencia de tradición". El Gobierno británico prevé así eliminar una tradición normativa que data del siglo XVII bajo la que la provocación que constituía un alegato para la defensa del hombre, que escapaba así de la acusación de asesinato en base a la "provocación" perpetrada por la infidelidad de la mujer.

  • 1