Ni el 30, ni el 50, ni siquiera el 70% con el que partían las rebajas han conseguido que las ventas superen a las de años anteriores, al menos en su primera semana. El subidón de las hipotecas y el veraneo se notan en los comercios. Unos venden lo mismo, otros menos, pero todos coinciden en lo mismo: crisis, haberla háyla.
Los grandes carteles que, desde el primer día de rebajas pueblan la mayor parte de los escaparates de la ciudad y que anuncian grandes porcentajes de descuento, no ha sido suficiente reclamo para unos consumidores que, de momento, son precavidos ante la crisis. Tan precavidos que algunos comercios han vendido hasta un 20% menos que en años anteriores.
"La gente está un poco asustada con todo este tema, y eso se nota en las compras". Una de las responsables Zara explica así por qué a pesar de que este año las rebajas "son más agresivas que otros años, no se está vendiendo más". Lo mismo opina Miguel Vera, encargado de planta de la tienda de ropa HyM de O'Donnell: "Este año hemos empezado con descuentos más fuertes y eso ha mantenido las ventas, sobre todo en la primera semana, que suele ser la mejor de todas"; y Ángeles López, encargada de Mango, que apunta que "aunque las ventas se han mantenido, la afluencia de gente es menor".
Enrique Arias, miembro del comité ejecutivo de la Federación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom) asegura que, aunque aún es pronto para hacer un balance, "de momento las ventas continúan estables, aunque es verdad que a pesar de los grandes descuentos no están aumentando".
De hecho, en algunas tiendas ni siquiera están manteniendo las ventas de años anteriores, sobre todo los pequeños y medianos negocios. "Este año está siendo de locos, puede que estemos vendiendo hasta un 20% menos que el año pasado en las mismas fechas", asegura Jorge Lopera, dueño de una zapatería en la calle Imagen. Por Puente y Pellón varios encargados reconocen lo mismo: "Están siendo bastantes flojas"; "En la primera semana hemos vendido entre un 15 y un 20% menos".
Y es que la crisis se nota, y más en los bolsillos de los consumidores: "A pesar de que está todo muy rebajado, sigue siendo caro tal y como está la cosa", asegura Alicia, de La Rinconada. Ella se gastará menos de los 95 euros de media estimados para cada andaluz en las rebajas. "Yo este año estoy comprando mucho menos, llevo 50 euros y con eso me conformo", explica Lorena Sutor, de 16 años. Ella es estudiante y aunque sus padres le pagan la ropa, asegura que "en casa se está notando la crisis".
Aunque como en toda regla, también hay excepciones. En tiendas como Pimkie o Intimissimi las rebajas de este año "han sido mejores que el año pasado", y consumidores como Enrique Senra aseguran que encara las rebajas "como todo los años, sin que la crisis me afecte".
Si en algo coincidían todos, compradores y vendedores, es en que la jornada del domingo fue "un fiasco total de ventas". Ausencia de gente, escasas compras y dependientes aburridos.
"Si lo llegamos a saber, no abrimos" era la frase más comentada entre los comerciantes. "Se nota que es verano y la gente se va de Sevilla", comenta Verónica, encargada de Women Secret, quien señala que "el domingo la cosa estuvo muy cortita". Sobre todo, explica Ricardo Garzón, dependiente de una tienda de ropa masculina, "por la tarde, que ya no había casi nadie".
