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Deportes

Las rencillas entre béticos

El Betis no está muerto aunque algunos se empeñen en enterrarlo y la junta del pasado viernes abrió heridas que conviene pronto cerrar.

el 31 mar 2014 / 00:15 h.

BETIS 13-14El Betis arrancó el mes de marzo a once puntos de la salvación tras la polémica y dolorosa derrota ante el Athletic que parecía acabar con sus opciones de permanencia de manera casi definitiva. Hoy, sin embargo, puede cerrarlo a cinco de una tripleta de equipos –Almería, Valladolid y Osasuna– con los que precisamente ha de medirse en las tres últimas jornadas de Liga. La quimera de la salvación no lo será tanto si se le gana esta noche al Málaga y eso parece haberlo entendido bien la fiel infantería bética, que acudirá en masa un lunes a las diez de la noche para apoyar a su equipo en una cita tan trascendente. El Betis no está ni mucho menos muerto, pese a que algunos siguen queriendo enterrarlo antes de tiempo y en la inoportuna junta de accionistas del pasado viernes pudiera dar esa impresión. Con todo, lo de esa larga noche en el hotel Al-Andalus fueron juegos florales para lo que se avecina, pues el verano traerá novedades sobre la culpabilidad del concurso, las acciones que se discuten a Lopera en el Mercantil y el final de la instrucción en el Penal. Entonces sí que de verdad empezará el baile, y a muchos puede cogerles con el paso cambiado. El nuevo administrador judicial, Francisco Estepa, procuró que no se moviera un varal dentro del consejo en un momento tan crítico de la temporada, pero Miguel Guillén y Pablo Gómez Falcón presentaron su renuncia irrevocable por los ataques recibidos, principalmente desde la actual directiva de PNB, que se arroga la representación del beticismo de base (curiosamente al palco apenas le han chillado pese a la pésima temporada) y a cuya asamblea de la semana previa ni acudieron medio centenar de asociados. Ninguna de sus propuestas, ni para renovar por completo el consejo ni los estatutos de la Fundación, salió adelante –tampoco las de Castaño– y su posicionamiento en los últimos meses le empieza a pasar factura: el pacto de sindicación que agrupaba en torno a un 6% del accionariado ha perdido adeptos en las últimas semanas, pues bastantes sindicados se han dado de baja y otros, como las Peñas de Marchena y de Gordillo (casi un 20% del mismo) se desmarcaron de la propuesta de miembros para el consejo. La temporada del Betis ha sido malísima en muchos aspectos –no en todos, como algunos tratan de hacer ver–, pero más horrendo es el futuro inmediato que se avecina como los béticos que supuestamente son del mismo bando sigan enzarzados en rencillas, por egos y envidias, que solo benefician al enemigo común.

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