-¿Cómo se siente con el primer lehendakari no nacionalista al frente del Gobierno vasco?
-Como socialista estoy encantada. Además es un gobierno de integración. No margina a nadie ni por su ideología ni por su color. Se está haciendo una política transversal buena para todos los ciudadanos.
-¿Se ha notado en este tiempo el cambio en el País Vasco?
-Sí ,aunque a nivel nacional no se percibe tanto. Hay un calendario legislativo y se han puesto en marcha varios planes renove como el de la madera y el mueble, el de herramientas y el de electrodomésticos, que han tenido un gran éxito. Además se ha apostado por la integración en el sistema educativo. No se margina ningún idioma. Se puede elegir si se quiere estudiar en euskera o castellano. El que opta por eskera también tiene clases de castellano y el de castellano también aprende euskera. Se están haciendo buenas cosas, pero acabamos de empezar.
-¿En qué temas se ha avanzado más y en cuáles hay que emplearse más a fondo?
-En el tema educativo se han dado grandes pasos. Se han centralizado las solicitudes de acceso para conocer el idioma que elige cada alumno, el colegio y si hay duplicidad de solicitudes. También hemos hablado con las comunidades autónomas limítrofes para tratar asuntos que nos son comunes y hemos convocado a patronal y sindicatos, algo que era inédito.
-¿Cree que los ciudadanos han aparcado las iniciales reticencias que tenían al acuerdo entre el PSE y el PP?
-Teniendo en cuenta que el PSOE y el PP en España están enfrentados, sí hubo reticencias, pero los pactos que se han hecho en el País Vasco son muy básicos, se ha llegado a acuerdos en temas que nos unen a concejales y personas que representamos a las instituciones como es la falta de libertad que tenemos, es decir, tener que estar siempre con guardaespaldas.
-¿De este acuerdo qué partido ha salido más fortalecido?
-Creo que ni uno ni otro, a partes iguales. Al principio no se entendió. Sin embargo se ha llegado a un acuerdo de mínimos que creo que es estable. Entiendo que fuera del País Vasco se vea raro, allí en un principio tampoco se comprendió, pero ya se ha asumido.
-¿Las relaciones con el PP en el País Vasco van por el buen camino?
-Sí porque nos unen unos principios de libertad que en otros sitios están olvidados como pueden ser la libertad individual, la imposición del idioma y la libertad de poder estudiar en castellano o en euskera.
-¿En las próximas elecciones autonómicas se podría repetir la experiencia?
-Faltan más de tres años para ello. Hay que mirar el momento, pero cuando lleguen las elecciones habrá que trabajar para ser la fuerza más votada, hay que aspirar a ganar. Una vez que se tenga el resultado ya se verá, porque los ciudadanos son los que deciden.
-¿Qué opina de las maniobras de la izquierda abertzale por intentar convencer de que se está distanciando de ETA?
-Primero tienen que condenar la violencia como lo ha hecho Aralar, pero lo que vaya a hacer la izquierda abertzale en el futuro es una incógnita y los jueces deberán decidir sobre los pasos que vayan dando.
-¿Cree que es cierto que ETA siempre estará detrás?
-Hay gente que ha salido de la formación, y un ejemplo es ETA Político Militar que rechazó la violencia. Es una decisión que a nadie se le puede obligar. No sé si puede haber personas que no den este paso por miedo a ETA.
-El PNV primero pierde la Lehendakaritza y ahora sus ex socios se aproximan a Batasuna. ¿Qué futuro le augura a la formación de Sabino Arana?
-El PNV está muy arraigado y tiene futuro como partido político, pero tiene que saber ganarse a la ciudadanía y esto no se logra con planes soberanistas.
-¿Es un sueño pensar que el fin de ETA está cerca?
-Creo que hay que vivir de sueños y ahora se trabaja para que ETA cada vez tenga menos espacio en la sociedad. Para ello es muy positiva la actuación de los jueces, la cooperación internacional y la policial.
-¿El anterior lehendakari, Juan José Ibarretxe (PNV), hizo todo lo que estaba en su mano para acabar con el terrorismo?
-Todo partido democrático tiene en su haber y en su historial acabar con ETA y el PNV lo ha hecho, otra cosa es haya sido más o menos acertado su actuación.
-¿Está de acuerdo con la negociación con ETA durante la última tregua?
-Sí, todos los gobiernos lo han hecho. La última negociación, con un periodo de tres años sin muertos y una tregua, generó esperanzas de que se iba a llegar a algo. No fue así, pero había que intentarlo. Sin embargo, creo que a ETA ya se le han acabado las oportunidades, ahora el único camino que le queda es dejar las armas y anunciar que abandonan la violencia.
