Cofradías

Levantás a biberón en Olivares

La segunda hermandad infantil de Olivares, la de la guardería Las Colonias, ha sacado el jueves sus pasos a la calle. ¿Habrá pique con la hermandad del martes, la de la guardería Blancanieves?

el 25 mar 2010 / 18:16 h.

El paso, el capataz y la bulla ante la hermandad infantil de Las Colonias.

Al igual que han hecho los niños de la guardería Blancanieves de Olivares, los pequeños del centro infantil Las Colonias han desfilado por la calle, esta vez el jueves. Dos pequeños pasos acompañados por sus costaleros, sus bandas de música, nazarenos de penitencia o una saetera desfilaron con las más tempranas vocaciones cofrades. En la recreación han participado decenas de niños y niñas de entre dos y tres años.

Se podría decir que Olivares suma dos nuevas hermandades a las ya conocidas Soledad y Vera+Cruz, aunque en este caso de menor tamaño. La cofradía de Blancanieves y la de Las Colonias, compuestas íntegramente por parvularios. Si el pasado martes aprobaron Primero de Devoción los alumnos de la guardería Blancanieves, el jueves los de Las Colonias no se quedaron atrás. 

A las diez de la mañana salió el diminuto Cristo de Las Colonias, llevado por costaleros que apenas alcanzan el metro de estatura. Su corta edad no les impidió cargar con un paso que tampoco superaba el metro de longitud y que se puede pesar en gramos. Lo difícil es encontrar escala mensurable para la ilusión de los niños o para la baba de los papás. La procesión recorrió una de las calles próximas al centro infantil.

En la estación de penitencia, al igual que ocurrío con la Guardería Blancanieves, no faltaron los acólitos, nazareños, capataces y niñas vestidas de mantilla. Todo un espectáculo para los vecinos y familiares.

En el paso de Virgen tampoco faltó ninguno de los miembros del cortejo. Uno de los momentos más emotivos se vivió de regreso a la improvisada Capilla. La saetera se subió a un balcón en miniatura para cantar a las imágenes antes de su regreso al templo. En el recorrido tampoco faltaron las pertinentes paradas para que los costaleros descansasen.

Una verdadera y simpática Semana Santa a pequeña escala que, junto con el III Concurso de Pasos en Miniatura organizado por el Proyecto Ribete, da el pistoletazo de salida a lo que será la verdadera devoción que espera a los olivareños la semana próxima. 

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