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Libertad religiosa

Recientes jornadas universitarias han abordado el tema de la libertad religiosa, resuelto en un clima de consenso constitucional ejemplar hace 30 años (que hoy hubiera sido casi imposible conseguir) y desarrollado por Ley Orgánica de 1980.

el 15 sep 2009 / 19:27 h.

Recientes jornadas universitarias han abordado el tema de la libertad religiosa, resuelto en un clima de consenso constitucional ejemplar hace 30 años (que hoy hubiera sido casi imposible conseguir) y desarrollado por Ley Orgánica de 1980. Aunque el sistema ha funcionado, se pretende por el Gobierno su modificación ante el cambio de escenario. Existen hoy en nuestro país un millón de musulmanes y evangélicos, más de medio millón de ortodoxos e importantes porcentajes de testigos de Jehová, mormones y judíos, junto con cinco millones de ateos. Destaquemos que la sociedad ejerce mayoritariamente la virtud de la tolerancia.

Esta nueva realidad justificaría una nueva regulación siempre que no se utilice como cortina política y mediática para cubrir otros temas hoy acuciantes. Y que, desde el poder y la oposición, no se afronte la reforma en un clima de tensa crispación. En este sentido, la no existencia de símbolos religiosos en los colegios públicos puede contrariar sentimientos y costumbres arraigadas, pero parece admisible. Y si así se hace en los de nueva creación, parece lógica su retirada en los ya creados, aunque serán los Consejos Escolares los que habrán de decidir. Tal decisión debe estimularnos a los creyentes en la tarea personal de transmitir la fe.

Por debajo del manejo de una terminología, tan necesitada de inequívoca aclaración, como la de laicismo y laicidad, la separación Iglesia-Estado y la neutralidad religiosa de éste, no conllevan, por su parte, el desconocimiento del hecho religioso, connatural al hombre. Porque el Estado debe integrar personas e instituciones y la religión no supone en su ejercicio un mero derecho sino un elemento que, como agente social, procura la cohesión ciudadana. La cuestión, pues, ha de encararse no con viejos hábitos trasnochados de anticlericalismo, pretensiones de imposición ni condenas confesionales, sino desde los valores coincidentes de ética civil y religiosa para mejorar nuestra convivencia pluralista pero ciertamente respetuosa con la convicción mayoritaria.

Colectivo de profesionales andaluces. vicenteplural@hotmail.es

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