El amante de la música adquirida con esfuerzo sabe que no hay sonido más delicioso que esa reverberación silenciosa de tres segundos que espesa el aire entre la colocación de la aguja sobre el disco y la irrupción de las primeras notas. Se podría equiparar con el momento inmediatamente anterior al instante en que el agua de un vaso toca los labios del sediento. Hoy, cientos de adictos a esta forma excelsa de masoquismo se van a pasar el día buscando elepés en la Feria del Disco y el Cine de Sevilla, que se celebra sólo durante este día en el Hotel Abba Triana, en la Plaza de Chapina, sede del acontecimiento desde hace dos años.
"Esto no lo hacemos porque le ganemos dinero. Lo hacemos porque somos unos coleccionistas empedernidos", explicaba ayer el organizador, Rafael Rubiano, para disculparse por no saber cuánto dinero se puede llegar a mover ahí y para justificar como gastos de organización los dos euros que cuesta la entrada a esta tienda efímera. Dos euros que les han permitido sobrevivir a miles de vicisitudes y a una peregrinación de 26 años que comenzó en colaboración con su colega Pedro Jiménez en el Pabellón Mudéjar, en 1984, y ha pasado por el Casino de la Exposición, la Facultad de Bellas Artes y el Hotel Los Lebreros. A cambio de ese desembolso, los visitantes encontrarán precios de hace treinta años. "La mayoría de los discos oscilan entre los seis y los diez euros. Desde un euro los hay. Y discos de sevillanas nuevos a dos euros... aunque también se pueden encontrar otros muy caros."
Se refiere Rafael a algunas reediciones y a las grandes joyas del mundo del vinilo, ésas que hacen girar las pupilas de los aficionados a 33 revoluciones por minuto. Clásica, jazz, rock, pop, rock sinfónico, metal, folk, melódica... y mucha banda sonora, porque, como reza el título de esta feria, el cine comparte protagonismo: carteles, programas de mano, fotos, libros y películas.
Aviso a los desprevenidos: los elepés y el ceremonial de su disfrute crean una rara especie de dependencia que comienza cuando uno comprueba que esos discos tienen un tamaño acorde con su dignidad. Luego están los tactos suaves sobre la carátula y el surco, la delicadeza al limpiarlos, la reposición de la aguja gastada, el embeleso con los encartes... No es sólo oír música. Es ser música. Como aquello del Be water, my friend, pero redondo y con agujero en el centro. Hasta los célebres chisporroteos acaban añadiendo valor al sonido, allá donde la perfección no llega.
Puede darse el caso de que usted tenga un buen montón de elepés pero no un aparato donde reproducirlos, o le falten repuestos. Puede ir a la feria a venderlos o bien recuperar su vieja afición: el tocadiscos no se ha extinguido. Se venden todavía. Los tienen de segunda mano en los Cash Converters, y también nuevecitos a estrenar en muchos establecimientos de electrónica de Sevilla. Hay uno en la Avenida de Hytasa número 22 donde tienen de los buenos a partir de 80 euros, con el feliz añadido de que también venden allí las agujas y las cápsulas desde 30 euros, más o menos. Otro sitio donde disponen de agujas de repuesto en cantidad, incluso para aparatos de los años setenta, es RCO, en el 141 de Pagés del Corro. En muchos grandes almacenes se venden todavía esas preciosas moles de plato giratorio, alta fidelidad y brazo presto a la batalla. En El Corte Inglés hay toda una monería del género: una maleta Lauson con forma de antigua gramola pero tecnología actual, de color rojo intenso. Éste sale más carillo: 259 euros. Que también, en materia de tocadiscos, es un precio de hace muchos años. Es decir, que todo esto es otra forma de entrarle al tiempo, a ver si en una de éstas le da por retroceder. El romanticismo, como siempre, está en el empeño.
De utilidad:
Qué: Feria del Disco y del Cine de Sevilla.
Quién: Treinta coleccionistas privados venidos de toda España.
Dónde: En el Hotel ABBA Triana, Plaza de Chapina, s/n.
Cuándo: Hoy, de 11 a 20 horas.
Cuánto: Dos euros la entrada.
Qué hay: Elepés, singles, maxisingles, cedés, películas, carteles y fotos de cine, programas de mano.
Próxima feria: En octubre.
