Cultura

Lógica, caos y conejos en el Central

El nuevo poema escénico de Fernando Mansilla no ha necesitado hacer muchos dispendios para poder llegar a buen puerto. Hamburger de conejo se representa desde hoy y hasta el viernes en la Sala B del Teatro Central. Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 02:34 h.

Se sirve en formato íntimo, con una puesta en escena pequeña. El nuevo poema escénico de Fernando Mansilla no ha necesitado hacer muchos dispendios para poder llegar a buen puerto. Hamburger de conejo (nadie muere bellamente) se representa desde hoy y hasta el viernes en la Sala B del Teatro Central.

"Es un vendaval de juego, de intriga, de música y de poesía", resume su autor, definido ayer por el director del espacio, Manuel Llanes, como "uno de los creadores más lúcidos de la escena actual: cuando estrena un texto teatral ya se sabe que va a abrir una puerta por la que entra mucho fresco", dijo.

Deambulando entre la ficción y la realidad, la obra, como todas las de su autor, aspira a conquistar dos espacios "el de la lógica y el del caos", dos lugares transitados por "gente invisible a ojos de la sociedad". Y es que el punto de partida de esta Hamburger de conejo son los prejuicios, "convertidos en los mayores generadores de intransigencia, y ésta a su vez es la misma que motiva decenas de muertes provocadas por la cerrazón y la intolerancia", aseguró ayer.

Seres extremos y marginales se pasean en una pieza teatral que bordea continuamente el filo de la realidad: "Los personajes están a punto de sumirse en el caos, y el público acaba por no saber desde qué lado de la realidad contempla la historia".

Definida como un "divertimento inteligente", el nuevo soplo de Mansilla plantea conflictos humanos de gente que pasan a nuestro lado cada día. "Defendiendo el texto están dos mujeres, dos panteras de pura energía en escena, el acicate último que necesitaba para da a luz una obra que nos arrastró a todos desde el principio, como una inmensa ola", concluyó.

  • 1