Lolo también se refirió ayer al cambio de entrenador en el Sevilla y a las variaciones que ha traído consigo. Y, como es habitual en cada futbolista que lo hace, destacó la inyección de moral que ha supuesto la llegada de Antonio Álvarez al banquillo. “Nos está dando mucha confianza a la hora de tomar decisiones. Quiere que tengamos la posesión del balón, que le demos una mejor salida. Yo particularmente estoy teniendo más minutos con él, sobre todo por las lesiones de algunos compañeros”, explicó el canterano, que también se refirió a su ex entrenador, Manolo Jiménez, decisivo por cierto en su continuidad en el equipo nervionense: “La mayoría de los recuerdos con él son buenos. Hubo un par de partidos en los que se me señaló demasiado por los cambios, pero para lo bueno y lo malo hay que estar con el entrenador. Había que aceptar la decisión, aunque te quita un poco de confianza”.
“Todos –continuó– teníamos un poco de culpa de la imagen que estábamos dando, no era la imagen de equipo grande, y el míster pagó eso”.
Asimismo, el onubense se refirió a su vuelta a Málaga. Jugó en el club costasoleño cedido la pasada temporada y no oculta que es un encuentro especial para él. “Tengo ganas de volver a La Rosaleda. Estoy feliz de volver a ese campo, con una afición y unos compañeros que me trataron estupendamente, a los que les deseo lo mejor. Será un partido complicado, porque ellos se están jugando la permanencia. Tenemos que ir con la mentalidad de ganar, porque es un encuentro muy importante”, afirmó.
