Un día después de que el Gobierno central acordara con el PNV transferir 472 millones de euros y cerrar el traspaso de las políticas activas de empleo al País Vasco a cambio de recibir el apoyo parlamentario para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el lehendakari vasco, Patxi López (PSE), avaló ayer durante su primera inauguración del curso político esta negociación asegurando que el partido nacionalista “se implique en la gobernabilidad de España como proyecto en el que caben todos”.
Por contra, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, pidió a López que comparezca en el Parlamento para explicar el contenido del acuerdo con el PNV y si hay alguna “negociación más”. Además, reconoció que el traspaso de las políticas activas de empleo sería “para brindar” si “quedara absolutamente solventada la duda” de que la transferencia no rompe la caja única. Basagoiti aclaró que le parece “bueno” que Euskadi pueda disponer de las políticas activas de empleo, pero afirmó que “sería mejor aún la noticia si quedara absolutamente solventada cualquier duda acerca de la caja única, del Pacto de Toledo y de las cuestiones que afectan a algo tan importante como son las pensiones”. “Sería para brindar si no hubiese ninguna duda”, apuntó. el gobierno lo niega.
Horas más tarde, el Gobierno central negó que el pacto PSOE-PNV vaya a suponer la ruptura de la caja única de la Seguridad Social. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue tajante al asegurar que el acuerdo es “bueno” porque da estabilidad y confianza económica, mientras la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, negó que rompa la denominada caja única, porque la partida de bonificaciones sale de los Presupuestos Generales del Estado y no merma los ingresos que tiene la Seguridad Social.No obstante, la portavoz del grupo del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó ayer que el acuerdo es “la representación de la deslealtad” de Zapatero con el lehendakari Patxi López. También añadido que el PSE “queda muy afectado”. Asimismo, dio por sentado que gracias al pacto logrado el miércoles el presidente del Gobierno estará un año más en La Moncloa, pero ese tiempo, a su juicio, “va a costar muy caro a todos los españoles”.
Igualmente, Izquierda Unida tachó de “insolidario” el acuerdo para el traspaso de las políticas activas de empleo es “un claro atentado” a la denominada caja única de la Seguridad Social. Los sindicatos UGT y CCOO también mostraron dudas sobre el acuerdo entre PSOE y PNV.Quien sí salió en defensa del pacto fue el portavoz de Economía del PNV, Pedro Azpiazu, que negó ante el Pleno del Congreso que el traspaso de las políticas activas de empleo vayan a suponer una ruptura de la caja única de la Seguridad Social y atribuyó las críticas del PP a un “furibundo antivasquismo”.
Por su parte, el portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar, advirtió de que en la negociación de los Presupuestos también se plantearán otras transferecias en materia socioeconómica y remarcó que el acuerdo alcanzado entre Zapatero y su partido redunda en beneficio de “todos los vascos”. Por último, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, cuyo partido exige a López consenso para la aplicación de las políticas, insistió en que el acuerdo “sólo abre la puerta” a las negociaciones de los Presupuestos y “no es el salvavidas de Zapatero” ni “la escalera en la que Rajoy, puede apoyarse”. Urkullu no perdió la oportunidad de decir que “no es preocupación ni ocupación” del PNV determinar cómo afecta este acuerdo al Gobierno Vasco y a su lehendakari.
