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Los 40 países industrializados continúan alejándose de Kioto

De poco o muy poco ha servido firmar el Protocolo de Kioto: los países siguen emitiendo con efecto invernadero. De hecho en seis años, entre 2000 y 2006, estos aumentaron un 2,3% en los 40 países industrializados. Foto: EFE

el 15 sep 2009 / 18:30 h.

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De poco o muy poco ha servido firmar el Protocolo de Kioto: los países siguen emitiendo con efecto invernadero. De hecho en seis años, entre 2000 y 2006, estos aumentaron un 2,3% en los 40 países industrializados.

Una mala noticia que dio ayer en Bonn el secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (Unfccc), el holandés Ivo de Boer. Según De Boer, estos datos ponen de manifiesto la necesidad de actuar con urgencia, pues, de lo contrario, peligra el cumplimiento de los objetivos del Protocolo de Kioto.

El Protocolo de Kioto compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones contaminantes en un 5% en el periodo 2008 a 2012, con respecto a los niveles de 1990.

De Boer urgió a que en la próxima conferencia de Poznan (Polonia), que se celebrará del 1 al 12 de diciembre, se logren "progresos buenos" de cara a la Cumbre del Clima el año próximo en Copenhague, en la que se deberá cerrar un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto.

Pese a que se ha registrado un aumento generalizado en los últimos años, De Boer destacó que en 2006 el volumen de emisiones era un 5% inferior a 1990, año de referencia para los objetivos de reducción. Este retroceso, añadió De Boer, se debió fundamentalmente al derrumbe de las industrias en el este de Europa tras el comunismo y no a los esfuerzos por reducir las emisiones.

De Boer manifestó su temor a que la crisis económica pueda conducir a una menor disposición a invertir en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, dijo que existe la posibilidad de que una recesión económica pueda derivar en una caída del consumo energético, pero "no quiero ver cumplir los objetivos de Kioto a costa de que la gente pase hambre", añadió.

Nitrógeno. Por primera vez un estudio a gran escala realizado en América del Norte revela la importancia del nitrógeno que contienen los bosques en el control del clima. Se trata del nitrógeno que hay en las hojas y ramas más externas de los árboles, el dosel forestal, que, según este estudio, incrementa el albedo, es decir, la cantidad de luz que se refleja de vuelta hacia el espacio, y por tanto contribuye al no calentamiento de la atmósfera.

"Desde hace mucho los científicos han sido conscientes de la importancia del albedo, pero nadie sospechaba que el de los bosques pudiera depender del nitrógeno", dice Scott Ollinger, profesor en el Instituto para el Estudio de la Tierra, los Océanos y el Espacio de la Universidad de New Hampshire (EE.UU.) y autor principal del estudio. Los investigadores han podido corroborar, además, otro efecto ya conocido del nitrógeno, y es que cuanto más rico es el dosel forestal en este elemento, mayor es la asimilación de dióxido de carbono de la atmósfera, el gas de efecto invernadero en el que hoy se centra la atención en relación al cambio climático.

Estos resultados se han obtenido integrando los datos recogidos durante seis años en 12 bosques. El artículo que recoge el estudio se publicó ayer en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

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