Con el modelo ya encima de la mesa, el Ayuntamiento tiene seis meses para realizar los ajustes en el plan de restricciones de accesos al casco histórico. En el próximo Pleno está previsto que se inicie la tramitación de la nueva ordenanza. La Delegación trabaja en tres líneas en estos momentos: una reestructuración de las líneas de Tussam; modificaciones en los sentidos y direcciones de las calles del Centro y definir las excepciones a la regla general de limitación del tráfico por el núcleo urbano.
Aunque fue una promesa municipal, en estos momentos no hay norma alguna que autorice a los vehículos de discapacitados a acceder al Centro. No está recogido entre las excepciones de la ordenanza y por tanto las personas en esta situación, más de 70.000 en la ciudad, no se encuentran entre los casi 24.000 coches que ya tienen permisos para acceder al Centro por ser residentes en el núcleo urbano y por tener plazas de garaje -a los que se suman todos los ciclomotores-. De ahí que en estos momentos Movilidad esté revisando la normativa para que todos los discapacitados, que "tengan la autorización de vehículos de minusválidos de la Junta de Andalucía" tengan la calificación de residentes o vehículos especiales en el casco histórico y, por tanto, no tengan limitaciones de tiempo ni de zonas para su circulación. La mesa de trabajo que coordina Cristina Vega ya ha solicitado medidas como un censo de personas discapacitadas con permiso de aparcamiento en la ciudad, así como más limitaciones en las concesiones de estos títulos: "La Junta se ha extralimitado y se están generando injusticias".
Los discapacitados no tendrían así que pedir permisos especiales como es el caso de los clientes de hoteles o de comercios. En estos casos, Movilidad quiere que todos los establecimientos del Centro tengan acceso directo a través de una clave al sistema de control de entrada, de forma que puedan tramitar ellos mismos las autorizaciones de estancia en el casco histórico por un tiempo superior a los 45 minutos que se han fijado como límite. Todas estas excepciones deberán estar reguladas por la modificación de la normativa actual que empezará a tramitarse a partir del próximo mes y que, según Movilidad, no impedirá que las restricciones se pongan a prueba en verano y empiecen a aplicarse en septiembre.
No es el único trabajo que le queda aún pendiente al Centro. Las restricciones conllevarán una reordenación del casco histórico y cambios de sentido. En ese plan se analizará la salida del casco histórico tras descartarse la Alameda y reabrirse el debate sobre Bécquer. Es la opción de IU, aunque Movilidad, que dirige Francisco Fernández, sigue reticente: "La Puerta de la Barqueta no tiene capacidad para tener un doble sentido".
El diseño del Centro coincidirá además con el plan de saneamiento de Tussam y de reestructuración de líneas. Las restricciones serán un elemento a tener en cuenta y de hecho, Movilidad quiere reforzar las líneas que llegan al Centro con el objetivo de facilitar el acceso al casco histórico a "los vecinos de un entorno más lejano" al mismo que a partir de septiembre sólo podrán llegar al núcleo urbano si optan por usar alguno de los aparcamientos rotatorios.
Rechazo vecinal al cierre.
Varias asociaciones de vecinos del Centro se reunirán hoy para debatir la posibilidad de impugnar en la vía contenciosa-administrativa el modelo de restricción del tráfico en el casco histórico anunciado por el Consistorio. Según el presidente de la asociación Torre del Oro, Antonio Fernández, el Ayuntamiento tiene la "obligación democrática" de informar a las entidades vecinales. Por ello, se van a reunir hoy para adoptar medidas y elaborar un escrito dirigido al alcalde. Fernández calificó el plan municipal de "error" y "antidemocrático".
Los barrios tendrán voz.
El Ayuntamiento dará voz a patir del próximo mes de marzo a todos los colectivos vecinales para que señalen las vías en las que se deben aplicar cambios de sentido, modificaciones de aparcamientos o incluso peatonalizaciones. El acto central de esta línea de trabajo se celebrará el próximo 2 de marzo. "Habrá mesas de participación para cada barrio para que realicen sus propuestas de cómo mejorar la movilidad en la ciudad", explicó el delegado de Movilidad, Francisco Fernández.
