Empleados que absorben el trabajo de compañeros despedidos, la crisis económica y el miedo al paro. Son algunos de los motivos de que la jornada laboral se estire y que durante el tercer trimestre de este año se echaran en los tajos andaluces casi un 10% más de horas extraordinarias.
Los trabajadores andaluces realizaron durante el tercer trimestre de este año 1,3 millones de horas extraordinarias, el 9,7% más respecto al mismo periodo de 2007, según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Semejante incremento tendría tres justificaciones. La primera, el mayor número de trabajadores (más personas en el mercado laboral). La segunda, la crisis económica, que lleva al trabajador a estirar su jornada laboral para, así, obtener ingresos adicionales. Y, por último, que habría plantillas que estarían absorbiendo las horas de empleados cuyos contratos no se renovaron o, simplemente, fueron mandados al paro, vía despidos o expedientes de regulación.
Las cifras indican que Andalucía fue entre julio y septiembre la cuarta comunidad por número de horas extra, superada por Cataluña, con 3,7 millones de horas, Madrid, que sumó 2,7 millones, y la valenciana, con 2,3 millones de horas, según el cotejo elaborado por Europa Press.
La jornada media efectiva trimestral por trabajador fue de 371,9 horas, una cifra algo superior a las 367,1 del tercer trimestre de 2007. Por sectores, el de la construcción fue el que tuvo la jornada trimestral más larga, con 399,3 horas, seguida de cerca por la industria, con 371,9, y, por último, los servicios, con 366,3 horas.
En el caso del ladrillo, sorprende, dado que es la actividad que soporta un mayor crecimiento del desempleo. Así, los despidos se estarían supliendo, pues, con tiempo extra.
La andaluza se encuentra, además, entre las regiones con menos horas no trabajadas por vacaciones, con 69,20 por persona en el tercer trimestre del año. Y tan sólo estuvieron por debajo Baleares (con 57,7 horas) y Canarias (77,70). En este apartado se incluyen, además de vacaciones, los festivos.
Mientras, fueron 13 horas por empleado las que sumaron las ausencias al trabajo por circunstancias ocasionales entre julio y septiembre pasados. Aquí entran desde la incapacidad temporal hasta la maternidad, pasando por permisos, expedientes de regulación de empleo, conflictividad laboral (es decir, las huelgas), absentismo no justificado, formación o las actividades de representación sindical.
En este campo, también Andalucía fue una de las regiones cuyos empleados contabilizaron menos horas no trabajadas por esos motivos. Sólo Extremadura (con 11,7 horas), Castilla-La Mancha (11,8 horas) y Castilla y León (12,8) saldaron el periodo con un volumen inferior.
