Los cinco sindicatos de profesores con más representación (CSIF, CCOO, ANPE, UGT y USTEA) coincidieron ayer en que "el silencio" del Gobierno respecto al futuro de las oposiciones andaluzas es "insostenible". Los mismos sindicatos han convocado hoy, a las 17.00 horas, una concentración frente a las subdelegaciones del Gobierno de las ocho provincias andaluzas para exigir que "se deje de utilizar políticamente a las personas que aspiran a la función pública docente y que se respete su dedicación personal y profesional, quebrantada en las últimas fechas" por la modificación de los temarios por parte del Ministerio de Educación hace dos semanas.
La Junta cuenta con el apoyo de los sindicatos en su defensa de la convocatoria de oposiciones. Pero una negociación con el Gobierno que implicase reducir el número de plazas para ajustarse a la tasa de reposición podría ponerle en una situación complicada, según fuentes sindicales. "Esto obligaría a la consejería a decidir de qué especialidad se eliminan las plazas, creando divisiones en la mesa sectorial sobre cuáles son más prioritarias que otras", apuntan. No es nada distinto a lo que hace Educación cada vez que convoca oposiciones. Pero la complejidad reside en que esta vez ya ha descubierto la oferta global y se han creado expectativas laborales distintas para cada especialidad. Ahora tendría que trastocar esa oferta a corazón abierto, una decisión comprometedora que podría convertir en un problema doméstico un conflicto que ahora mismo da réditos políticos a la Junta, porque le enfrenta a un Gobierno del PP.
El verdadero trasfondo de este litigio es que el Ejecutivo central no quería que Andalucía (ni ninguna otra región) convocara oposiciones este año, prefería retrasarlas hasta e 2013. Así se lo transmitieron las comunidades del PP al ministro José Ignacio Wert, y éste se lo trasladó a todas las regiones en la pasada conferencia sectorial. La Junta no tiene intención de desistir en la convocatoria e interpreta que el cambio de temarios a última hora quiere decir que el Gobierno da por hecho que habrá oposiciones.
