Casi 300 personas murieron en los últimos cinco años en Rusia a causa de los cada vez más frecuentes ataques xenófobos, denunció el director de la Oficina de Derechos Humanos de Moscú, Alexandr Brod. "El número de víctimas mortales de los ataques racistas aumentó de 25 en 2004 a 113 en diez meses de este año, y suma casi 300 personas en el último lustro", dijo Brod a la agencia Interfax.
El activista precisó que en 2004 hubo 69 ataques, que causaron 25 muertos y más de 85 heridos, y al año siguiente otras 25 personas murieron y casi 200 fueron heridas en doscientos ataques. En 2006 se registraron 210 ataques con 56 muertos y 340 heridos, mientras el año pasado 74 personas perdieron la vida y 320 resultaron heridas en 230 ataques racistas. "De enero a octubre de este año, hemos registrado 256 ataques motivados por la xenofobia, con un resultado de 113 muertos y al menos 344 heridos", añadió Brod.
Mientras, la policía moscovita informó mismo de que en el suroeste de la capital rusa fue hallado el cadáver de un ciudadano uzbeko con múltiples heridas de arma blanca, posible víctima de otro ataque de los neonazis. Y es que, según el último informe de la Oficina, los uzbekos fueron este año la etnia más perseguida por los racistas, que centran sus ataques en personas procedentes del Cáucaso y Asia Central y en estudiantes africanos, asiáticos y latinoamericanos. Así, en lo que va de año la mayoría de los ataques fueron perpetrados contra uzbekos (17 muertos y 22 heridos), kirguises (10 y 5), tayikos (9 y 35), rusos (8 y 34), azerbaiyanos (8 y 23) y armenios (4 muertos y 3 heridos).
La presencia de rusos entre las víctimas se debe a los cada vez más frecuentes ataques a representantes de diversas subculturas, en particular los "antifascistas", que luchan contra el racismo.
