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Los bueyes desafían a los porches en su paso por Villamanrique

"Antoñito, ¡que sube sola!", animaban los hermanos de Gines a su carretero. Y subió. La carreta del Simpecado saludó en los mismos porches a Villamanrique. Los bueyes de Camas entraron incluso en la parroquia de Santa María Magdalena. Por algo este paso de hermandades es Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

el 15 sep 2009 / 04:27 h.

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"Antoñito, ¡que sube sola!", animaban los hermanos de Gines a su carretero. Y subió. La carreta del Simpecado saludó en los mismos porches a Villamanrique. Los bueyes de Camas entraron incluso en la parroquia de Santa María Magdalena. Por algo este paso de hermandades es Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

"Los escalones están bien y se suben sin problemas. Eso depende de la yunta y del carretero, no de los escalones", comenta José María, carretero de Gines, después de haber probado los nuevos escalones de granito de los porches de Villamanrique. La carreta subió sin dificultad y los jóvenes la sujetaron mientras Villamanrique y Gines cantaban juntas la Salve y las campanas de la parroquia repicaban a fiesta en una plaza abarrotada de público pese al sofocante calor.

El pequeño Gonzalo Moreno sostenía emocionado su tamboril, que precisamente se lo "ha hecho el tamborilero de Villamanrique". Es su sexto Rocío y tiene sólo ocho años. Hace el camino con sus padres y sus dos hermanos, más pequeños, "entre paradas, a ratitos", pero ya asegura que "siempre será rociero".

Bajan los bueyes. Gines se despide cantando su Salve y Gonzalo Moreno recupera su sitio. Parece que, como aseguraba el alcalde, José Solís, el cambio sólo afectará a la sevillana que Paco Coria le cantaba a los cinco escalones de antes.

Este año, por primera vez, Gines ha pasado antes del sesteo. La finca donde paraban antes ahora es privada y les ha querido cobrar, con lo que tuvieron que aligerar mucho el paso para presentarse a las 13.30 horas ante la primera hermandad y llegar para ya pasar el resto del día en la Dehesa Boyal. Pero "todo el camino ha transcurrido bien, sin incidencias, pese a que salimos con más de 2.000 peregrinos", comentaba su hermano mayor, Alfonso Melo, delante de su Simpecado.

Antes ya habían pasado Isla Mayor, Marbella, Valencia y Ronda. Y con Gines venía la asociación de Pozuelo de Alarcón.

Por la calle Pilas, subía ya la hermandad de Huévar del Aljarafe, es la única filial que llega a la Plaza de España por esta vía.

Y en pocos minutos, Camas inundó la plaza. Con una determinación inusitada, los bueyes subieron los porches y entraron directamente en la parroquia, dejando sólo la carreta junto al dintel de la puerta. Emocionados, los cameros cantaron a su Simpecado. Y cuando ya se iban, la carreta dio la vuelta y los bueyes caminaron de espaldas para despedirse del pueblo de Villamanrique que entusiasmado ovacionaba esta vuelta. Y de espaldas recorrieron los metros que llegan hasta la torre de la iglesia. Otro cante, otro aplauso, más campanas. Camas ya está más cerca de la Blanca Paloma.

Sevilla Sur traía retraso, casi una hora y media (16.20 horas) después de lo previsto, las campanas de Santa María Magdalena vuelven a repicar. Manriqueños y visitantes vuelven a concentrarse en la plaza. Los cohetes van acercando a la carreta. El Simpecado que lleva bordado la Plaza de España de Sevilla llega a la de Villamanrique. La primera hermandad que viene de la capital se presenta ante la Más Antigua con unos "bueyes descomunales" -comentaban los expertos-, que sin dificultad subieron los porches.

Alguien que seguro no olvidará esta jornada será la nueva consejera de Gobernación, Clara Aguilera. En su primer Rocío, tuvo ayer la oportunidad, después de conocer de primera mano el trabajo que se hace desde el Puesto de Mando Avanzado de Villamanrique -que ha duplicado su superficie y cuenta con una sala de espera cubierta-, de conocer el paso de las hermandades con Demetrio Pérez, delegado de la Junta en Sevilla, y Faustino Valdés como anfitriones y, sobre todo, de presenciar la presentación de la hermandad de Sevilla Sur. Ella, además, entregó la ofrenda floral de Villamanrique a la filial del Tiro de Línea, tras ver con qué fuerza subieron y bajaron los escalones sus bueyes ayudados por los peregrinos.

"Ha sido emocionante y, de verdad, es un auténtico honor estar aquí". Pero, aunque quería esperar a la hermandad de Granada, la de su tierra, tuvo que irse porque, antes de una reunión que tenía en Sevilla, quería conocer el paso por el Vado del Quema.

La plaza se queda desierta. Es hora de reposo en una jornada intensa y aún quedaba toda la tarde de paso de hermandades. Pero los cohetes de Almensilla no se hicieron esperar. Los acicalaron su Simpecado, al que traían enfundado para protegerlo del polvo del camino antes de adentrarse en el pueblo. Pero eso sí, los niños manriqueños, que se conocen todos los entresijos, ya habían cogido posiciones junto al pocito para verla entrar. A lo lejos se veían las carretas de Fuengirola, aunque su Simpecado no tenía que pasar por la Plaza de España hasta las 19 horas.

Para entonces todo el pueblo estaba en su sitio. En la sombra que proyecta el Ayuntamiento, en los porches para estar en primera línea o bajo los toldos de los dos bares de la Plaza de España. Los cohetes anunciaban que llegaba Benacazón. Fue la pionera, la que inventó e inauguró este paso en 1916 y Villamanrique se rinde ante ella. Incluso algunos manriqueños, con sus medallas colgadas, venían haciendo el camino.

Una novilla que debía tirar de la carreta se había escapado por la mañana, a las 9 horas, justo cuando había que engancharla, por lo que se retrasó un poco la salida, pero sin mayores incidencias, según comentaba el carretero. Pero pese a todo, llegaban a su hora a Villamanrique. Habían tenido que correr mucho y sin sestear, "es nuestro día duro de camino", explicaba Miguel, pero la Dehesa Boyal está a la salida del pueblo por el que estaban entrado y allí tendrían su descanso.

Y en la Plaza de España se les olvidó el cansancio. Allí se detuvieron, como si no importara el tiempo, como si no hubieran andado ni un metro, para disfrutar y hacer disfrutar. Una sevillana, otra, una plegaria, palmas, tamboril... y ya la junta de gobierno de la Más Antigua se empezaba a impacientar, con lo que arrancaron en aplausos para animar a los benacazoneros. Necesitaron la ayuda de la Guardia Civil porque, entre caballistas y cientos de peregrinos, casi no podían avanzar. Después, sin titubeos, los frontiles de los bueyes se plantaron bajo el dintel de la puerta de la parroquia. La plaza estalló en aplausos. Salve, vítores y cantes relajados. Benacazón no tenía prisa, para volver a vivir este momento habrá que esperar un año.

Le siguió Granada, aunque la carreta de Fuengirola ya estaba en la plaza, Umbrete, Bollullos de la Mitación, Las Palmas de Gran Canarias y Priego de Córdoba. Y eso que el día más intenso será hoy...

Tras el paso, muchas de las hermandades se encaminaron hacia la nueva zona de acampada en la Dehesa Boyal que, además, ha estrenado vía de acceso y de salida. El alcalde manriqueño, José Solís, explicó que, desde la rotonda de acceso al polideportivo, la Guardia Civil desvía las carretas hacia las zonas de pernoctas y desde allí, pasando por delante del tradicional mural retoman la carretera para llegar a la Raya Real. De esta manera, "la puerta del Puesto de Mando Avanzado se deja libre y se evitan los atascos de otros años".

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