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Los celos de Basagoiti

Fueron ellos mismos quienes comenzaron a hablar, tras el 1-M, de "idilio", de "sexo", de "amor" y de aventuras de una noche. Patxi López (PSE) y Antonio Basagoiti (PP) sellaron un matrimonio postelectoral después de las elecciones autonómicas vascas y ahora, tras dos meses de relación, el PNV ha conseguido desatar los celos de los populares.

el 16 sep 2009 / 05:35 h.

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Fueron ellos mismos quienes comenzaron a hablar, tras el 1-M, de "idilio", de "sexo", de "amor" y de aventuras de una noche. Patxi López (PSE) y Antonio Basagoiti (PP) sellaron un matrimonio postelectoral después de las elecciones autonómicas vascas y ahora, tras dos meses de relación, el PNV ha conseguido desatar los celos de los populares.

Íñigo Urkullu, presidente de los nacionalistas vascos, ha ofrecido insistentemente un "pacto de estabilidad" al Gobierno de Patxi López y la reacción del PP ha sido clara y contundente: una acercamiento al PNV causaría fisuras en el matrimonio López-Basagoiti.

Primero fue el presidente de los populares, Mariano Rajoy, quien advirtió de que sería "dramático" que el acercamiento de López a Urkullu dañara el proyecto del cambio en Euskadi. Desde entonces, el PP anda preocupado, más aún después de que los nacionalistas extendieran su oferta de acuerdo a "otras instituciones del Estado". Porque el cortejo a Zapatero, necesitado de cariño en el Congreso, ya es más grave.

Ayer, Urkullu volvió a arrojar el lazo y criticó que el PP tiene "sometido" al PSE en un "enredo" y pidió a los socialistas que sean "conscientes" de la situación en la que quedó la Diputación alavesa tras "ocho años de gestión del PP".

Los populares, por su parte, volvieron a advertir a López sobre las intenciones peneuvistas. El portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, mostró su desconfianza ante la oferta de "estabilidad institucional" presentada por el PNV, algo que consideró una estrategia para "buscar oxígeno y espacio político" ante la "dificultad para reconocerse" en el papel de oposición.

Todo un lío amoroso a tres bandas en el que el lehendakari es el protagonista. Zapatero lo tiene claro:que López decida. Aunque lo cierto es que necesitará el apoyo nacionalista para sacar adelante sus Presupuestos de 2010.

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