Economía

Los comercios podrán cobrar un recargo por pagar con tarjeta

El Congreso aprobó ayer la ley que define los servicios de pago y los proveedores autorizados para ofrecerlos, con lo que se traspone la normativa comunitaria

el 29 oct 2009 / 20:39 h.

La transposición de la directiva europea de medios de pago en España abre la posibilidad de que los comercios puedan aplicar un coste adicional a los clientes que les paguen con tarjetas, sin embargo, los expertos consultados dudan de que este recargo se vaya a aplicar.

En su sesión de ayer, el pleno del Congreso de los Diputados aprobó en su último trámite la ley que define los servicios de pago y los proveedores autorizados para ofrecerlos, con la que se trasponía la normativa comunitaria para este tipo de actividades en España.

Según dicha directiva, se declara "nula" toda cláusula establecida entre los establecimientos y sus proveedores de sistemas de pagos, con lo que se libera al comerciante para que sea él quien decida si aplica un sobrecargo o un descuento a sus clientes en función de la forma de pago que elijan.

La normativa comunitaria, explicaron los expertos, incluye esta posibilidad porque en algunos países europeos, a diferencia de España, el uso de las tarjetas de crédito o débito no está tan extendido y se siguen utilizando otras alternativas al dinero en efectivo más costosas.

Las cuotas adicionales que podrían cobrar los comercios por un instrumento de pago específico, aclara la ley, no podrán superar en ningún caso los cargos en que incurra el beneficiario, es decir, un establecimiento no puede cobrar más a un cliente de lo que ellos tienen que pagar a sus proveedores.

Además, los expertos insistieron en que aunque para el público en general pueda parecer que el dinero en efectivo tiene más ventajas para el comerciante, lo cierto es que a ellos les suele compensar hacer frente al bajo coste que les cobran por recibirlo de manera virtual.

El efectivo, recuerdan, tiene también un coste que se mide por el esfuerzo de ir a ingresar el dinero a la ventanilla de una entidad o el riesgo de sufrir un robo.

La ley incluye también que durante su reglamento posterior se podría limitar ese derecho de cobro adicional por parte de los comercios si existe la necesidad de promover el uso de medios eficientes, entendiendo que entre ellos se encuentran las tarjetas de crédito y débito.

En la misma línea, el secretario general de la Confederación Española de Comercio, Miguel Ángel Fraile, consideró que no se trasladará al consumidor el recargo de las comisiones que las entidades aplican a los comerciantes cuando sus clientes les pagan con tarjetas porque cree que "en ningún momento" se diferenciará respecto a cuando reciben dinero en efectivo.

Sin embargo, diversas organizaciones de consumidores coincidieron en que la normativa sólo encarecerá las compras con tarjetas y por ello recomendaron pagar en efectivo.

A pesar de estas críticas, la normativa busca avanzar en la creación de un área europeo único de pagos y proteger al consumidor, al tiempo que regula las relaciones de crédito de las entidades de pago no bancarias con sus clientes.

La norma también garantiza la ejecución de los pagos en toda Europa en el mismo día, fija las normas que garantizan la transparencia en las transferencias y establece que debe abonarse la cantidad total que solicita quien ordena la operación, aunque por ella se tenga que pagar un cargo.

REACCIÓN. La compañía de tarjetas de crédito Visa lamentó ayer que con la aprobación de la nueva normativa de medios de pago se abra la posibilidad a que los comercios puedan cobrar un recargo a aquellos clientes que no paguen sus compras en efectivo.

El director general de Visa Europa en España, Luis García, explicó que con la transposición de la directiva europea, ahora los comercios pueden "penalizar" a sus clientes cuando les pagan con tarjetas mediante la aplicación de un recargo.

Esta cuota es la que cobran las entidades a los comercios cuando un cliente decide hacer frente a sus compras con tarjetas de crédito o débito y hasta ahora debían ser siempre asumidas por el propio negocio.

Con la aprobación de que este recargo se pueda trasladar al consumidor "nadie gana", aseguró García.

Los comercios "molestan" a sus clientes, a quienes penalizarán por pagar con tarjetas, y al mismo tiempo "perderán ventas".

La nueva opción se interpreta como "un paso atrás" para la economía, según Visa, que advirtió que con este tipo de iniciativas se incentiva que se vuelva a los pagos en efectivo, "más caros e inseguros" según la fuente.

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