Una de las virtudes (que alguna vez se puede transformar en defecto) del consejo de administración del Sevilla comandado por José María del Nido es el punto extra de ambición que se le mete a cada empleado en el desarrollo de su función dentro del organigrama.
A los jugadores se les pide clasificación Champions, incluso cuando estaba lejos, porque poner el listón alto es una obligación para un club que ha apostado fuerte para estar arriba o intentarlo. Tanta es la confianza y el grado de exigencia que el propio club, en su presupuesto de este año, ha contemplado que el Sevilla llegara a los cuartos de final de la Champions League, y esa previsión es de hace unos meses, no de ahora, cuando se está relativamente cerca de poder lograrlo. Por tanto, si el Sevilla elimina al Fenerbhaçe el próximo martes, el Sevilla habría cumplido con lo presupuestado y en ese concepto no sufriría desviación alguna.
No obstante, lógicamente, el presupuesto también contaba con que el Sevilla no llegara tan lejos. Por ejemplo, las ventas de Kerzhakov, Hinkel, Makukula..., que contablemente se incluyen en este presente ejercicio, ya compensarían de sobra una posible eliminación del torneo europeo a estas alturas, porque no se había presupuestado ingreso alguno en ese concepto. Pese a la eliminación en Copa del Rey, en ese concepto también se ha arañado alguna cantidad positiva.
La Asamblea del ACNO.
Manuel Ruiz de Lopera se perdió una de las fotos que más ilusión le hacían, porque siente predilección por el Rey don Juan Carlos. Muchas veces ha coincidido el mandamás bético con el monarca, una de las primeras en 1998, en la Asamblea General del ACNO (Asociación de Comités Olímpicos Nacionales), que se celebró en los primeros días de junio en Sevilla.
Durante la clausura, en un aperitivo que concentró a todos los acreditados y a varios jefes de Estado y personalidades locales, el Rey rompió el protocolo y se acercó a los jóvenes, y no tan jóvenes, periodistas que cubrían el evento, que a su vez charlaban con Rafael Carrión, por entonces presidente del Sevilla, y el propio Lopera.
Algunos de los presentes, Lopera incluido, pidieron permiso a don Juan Carlos para que dejara pasar una cámara (los reporteros las dejaron en la puerta) para inmortalizar el momento. Una señal del Rey a un guardaespaldas arregló el asunto y hubo foto.
Cinco liras turcas.
Menos mal que José María del Nido llevaba dinero, y dinero turco, encima en el descanso del partido de su equipo en Estambul, porque cinco liras turcas (algo más de dos euros) le pidieron y pagó por una coca cola light en el palco del conjunto otomano, donde no trataron de la forma adecuada, por esa anécdota y alguna que otra más, a la comitiva sevillista.
No se lo tomaron a mal de todos modos los sevillanos porque entienden que para la dimensión del Fenerbahçe, una acontecimiento como los octavos de final de la Champions League, desde el punto de vista organizativo, se les va un poco de las manos. Y si no que se lo pregunten a los compañeros de las emisoras de radio, que sufrieron de lo lindo para estar en las ondas de forma adecuada. Muchos ni lo consiguieron. Eso no se puede permitir en un torneo de esta repercusión.
Televisa sigue a la caza.
El grupo mexicano Televisa, accionista por ejemplo de La Sexta, quiere comprar un club español de fútbol. Este grupo, en el que hay capital español (la familia Botín tiene muchos intereses puestos), ha intentado varias veces quedarse con el negocio del fútbol televisado, pero de momento no ha podido de forma directa, aunque sí ha metido ya cabeza mediante los acuerdos oportunos. Pero quiere reforzar su posición y por eso anda detrás de la compra de un club que le sirva de plataforma. El Betis, que además no ha firmado contrato con ningún operador, es muy apetecible.
