Los dos detenidos por su presunta implicación con el asesinato de dos hermanos el pasado domingo en el municipio malagueño de Villanueva del Trabuco, han sido enviados a prisión provisional sin fianza tras declarar durante más de tres horas ante la juez que lleva el caso. El hermano pequeño de las víctimas habría ofrecido unos 42.000 euros al otro arrestado, un vecino de Archidona, por matar a sus familiares para poder cobrar una herencia valorada en más de medio millón de euros.
José Cabello, el hermano de los dos fallecidos, entró a los Juzgados de Archidona esposado y escoltado por dos guardias civiles. Vestía un mono azul de trabajo con una rebeca encima del mismo. Nadie de su familia se acercó a las puertas de las instalaciones judiciales a ver su entrada. Los investigadores lo consideran el inductor del crimen. Supuestamente habría prometido pagar al otro detenido una vez que cobrara la herencia de la familia.
Miguel Gemar, el presunto autor material del doble asesinato, llegó en un furgón de la Guardia Civil separado de José. Llevaba puesta ropa de cacería, de tonos verdes. Numerosos familiares le esperaban en la entrada de los juzgados. Una de ellas su madre, Mercedes Arjona, quien no daba crédito a lo sucedido. "Estamos fatal, totalmente destrozados. No nos podemos creer lo que está pasando", afirmó la mujer, visiblemente afectada. Mercedes añadió que "no se si han sobornado a mi hijo" posiblemente lo han hecho "hasta que le han liado la cabeza y se la han puesto fatal".
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Archidona decretó prisión provisional sin fianza para ambos. La jueza les imputa un delito genérico contra la vida, que durante la fase de instrucción se concretará en asesinato u homicidio, y otro de robo o hurto por la sustracción de la escopeta con la que se cometió el delito.
Los cadáveres de Francisco y Juan Cabello, de 50 y 44 años de edad, fueron hallados la noche del pasado domingo en un olivar de su propiedad, situado a unos tres kilómetros a las afueras de Villanueva del Trabuco. José, el hermano pequeño, fue quien dio el aviso a la Guardia Civil. Varias horas después éste fue detenido. La autopsia, que se prolongó durante dos días debido a la complejidad del examen forense, determinó que murieron a causa de las heridas provocadas por un arma de fuego, concretamente una escopeta de postas.
Según se pudo observar en la escena del crimen, los dos hombres habían acabado de recolectar aceitunas y estaban comiendo. Al lado se encontraron cáscaras de huevo duro y una nevera de playa abierta.
