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Los distritos más pobres de Sevilla tienen mayor tasa de mortalidad

La esperanza de vida ha aumentado 3 años de media en la útlima década.

el 23 feb 2011 / 21:02 h.

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La esperanza de vida de las sevillanas, más longevas, es de 83,8 años

La vida es sueño, decía Calderón, más largo para algunos que para otros, y desde hace una década más duradero para los sevillanos en general. Todo gracias al paulatino descenso en las causas de mortalidad que ha provocado que la esperanza de vida de los habitantes de Sevilla aumente en tres años de media.

Pero la distribución de este sueño varía según los distritos. De hecho, se ha comprobado que existen diferencias importantes en los años de vida respecto a las personas que habitan un barrio u otro. El motivo es la relación directa de la esperanza de vida con el nivel socioeconómico del barrio donde se vive.

Son los datos más relevantes que arroja el análisis presentado ayer por la delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido. Se trata de un estudio correspondiente al periodo 2003-2006 y ha sido elaborado por el Observatorio para la Salud.

Los técnicos encargados del informe han llegado a la conclusión de que los distritos Cerro-Amate, Norte y Sur fueron los que mayor tasa de mortalidad presentaron, con 6,60, 6,30 y 6,25 muertes respectivamente por cada mil habitantes, independientemente del sexo del fallecido. Si se segregan de igual forma las cifras entre hombres y mujeres, se observa que para los primeros sigue encabezando la lista Cerro-Amate (con 9,01 defunciones por cada mil habitantes), pero para las mujeres es el Casco Antiguo (con 4,82). Por el contrario son los distritos de Los Remedios y Nervión los que menos tasa de mortandad arrojan, con 4,87 y 5,13 fallecidos por cada mil habitantes y para ambos sexos.

En la misma línea, el Casco Histórico ocupa el primer lugar en cuanto a la tasa de mortalidad infantil, siendo ésta la más alta. En el lado opuesto, el distrito Este, en el que menos niños fallecen.

Respecto a la esperanza de vida al nacer se observa un fenómeno similar. Las cifras más altas sitúan a Los Remedios a la cabeza (con 78,2 años de vida para hombres y 85,2 para las mujeres), mientras que Cerro-Amate vuelve a llevarse la peor parte, con una esperanza de vida de 74,4 años para los hombres y 82 para las mujeres.
Si se comparan estos datos con los recogidos en 1996 se observa que los hombres aumentaron su tiempo vital hasta los 76,4 años de media (respecto a los 73,6 del periodo anterior) y las mujeres, en menor medida, hasta los 83,8 años de vida (81,5 en 1996).

El motivo principal que ha propiciado esto ha sido la tendencia descendente de la mortalidad, que ha pasado de 8,23 defunciones por cada mil habitantes a 8,16 para ambos sexos. En este sentido también se aprecia un descenso en las causas de mortalidad, con la excepción del aumento de la tuberculosis y de algunas localizaciones tumorales como el cáncer de colon y recto. Sin embargo, estos casos están en consonancia con los datos obtenidos en el resto de Andalucía.

Por grupos de causas para ambos sexos y para todas las edades, se mantienen en los primeros lugares las enfermedades circulatorias (que suponen un 43,5% de todas las causas), los tumores (26,4%), las enfermedades respiratorias (7,8%) y las digestivas (5,5%). Según la delegada, muchas de ellas son consecuencia de problemas de sobrepeso e indicó al respecto que "se persigue, en parte, acabar con la vida sedentaria y los hábitos no saludables ya que existe una relación directa con las enfermedades que causan más mortandad".

Otro dato importante es la mortalidad en la franja de edad de los 15 a 34 años, donde las causas externas y sobre todo los accidentes de tráfico fueron las principales motivos tanto en hombres como en mujeres (50% y 38,7% respectivamente). De ello se deriva, lógicamente, que el peso de las estadísticas lo cargan los mayores de 75 años.

La delegada hizo referencia a estos datos argumentando que "el Plan de Salud de 2007 ha asignado un presupuesto mayor para aquellos distritos que más lo necesitaban" y que "se están llevando a cabo acciones concretas de concienciación para inculcar hábitos de vida más saludables".

Pese a todo, la jefe de sección, Gloria Garrucho, explicó que los resultados corresponden a hace cinco años porque "en los países desarrollados la mortalidad es muy baja y hacerlo cada año no nos dice nada. Necesitamos observar la tendencia que se produce en un periodo más largo. El próximo análisis responderá al periodo 2007-2011".

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