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Los dos únicos paros anteriores duraron cuatro días

El más reciente se convocó en 2000 por expedientes disciplinarios

el 27 ene 2013 / 20:44 h.

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La huelga de basuras que arrancó en la noche de ayer es la tercera en la historia de Lipasam, si bien es cierto que en muchas ocasiones la plantilla ha amagado con convocar paros en los más de doce años que ha durado la tregua desde la última movilización. La inmediatamente anterior a la actual tuvo lugar en el otoño de 2000, cuando cuatro trabajadores de la empresa municipal de limpieza fueron sancionados -en concreto, dos de ellos, despedidos- y la plantilla decidió movilizarse para frenar esta situación. Entonces estaba al frente del Gobierno local el PSOE -liderado por Alfredo Sánchez Monteseirín- y la que tuvo que lidiar con la protesta fue la entonces delegada de Medio Ambiente y presidenta del ente público, Evangelina Naranjo.

Según fuentes sindicales, no se dieron los motivos para llevar a cabo dichas suspensiones por parte del Ayuntamiento hispalense, que argumentó indisciplina de estos cuatro empleados, a los que abrió expediente. Los sindicatos mantienen, tanto ahora como entonces, que la causa nada tiene que ver, sino que fue una mala interpretación del convenio colectivo, en concreto del artículo 80. En aplicación de este artículo, la empresa obligaba a los trabajadores a completar el recorrido de recogida de basuras aunque algún incidente retrasase las horas de trabajo estipuladas, algo a lo que se negaron los expedientados. Y es que la plantilla entendía que esto suponía echar horas extra en el turno de noche, algo que "debe decidir el trabajador".

Esta huelga tuvo una duración de cuatro días y concluyó en el momento en el que se rebajaron o anularon las suspensiones a los empleados afectados y se readmitió a los despedidos. Antes, un cruce agrio de acusaciones entre el Gobierno municipal y los sindicatos. "Son dos trabajadores penosos, con más de 16 faltas acumuladas, de absentismo injustificado, de trabajo sin hacer, e incluso de amenazas de muerte a sus mandos", llegó a decir Naranjo de dos de los afectados según publican los medios de comunicación de entonces sobre aquellos días de noviembre de 2000.

Esta no ha sido la única. En 1994 gobernaba en la capital hispalense el líder del Partido Andalucista, Alejandro Rojas-Marcos. La plantilla exigía a la gerencia de la empresa una subida salarial que le era negada en la mesa de negociación, así que decidieron ponerse en huelga en una de las fechas más señaladas para la ciudad y, sobre todo, que más desperdicios genera: la Feria de Abril. El Ayuntamiento hispalense consiguió resistir la huelga durante cuatro días, pero el miércoles de esa semana, en pleno ecuador de la fiesta, se alcanzó un acuerdo por el que los trabajadores conseguían sacar adelante sus reclamaciones. La subida de salario se hizo efectiva y el servicio se restableció.

Precisamente fue otra cita emblemática en la capital hispalense, la Semana Santa, la que estuvo bajo la amenaza de una huelga de basuras durante el pasado año, en concreto el Miércoles y el Jueves Santo, el primer conflicto que tuvo que salvar el actual alcalde, Juan Ignacio Zoido. Entonces, el motivo fue la falta de acuerdo del convenio colectivo, aunque finalmente la protesta no llegó a hacerse efectiva al lograrse un punto de encuentro entre la empresa municipal y la plantilla.

El último amago fue en octubre, cuando los trabajadores amenazaron con ir a la huelga tras la reestructuración del área de talleres que hizo sospechar a la plantilla que la empresa municipal quería externalizar el servicio.

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