El presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara, ha asegurado hoy que, tal y como señaló el viernes el presidente de la CEOE, Joan Rosell, los empresarios "desean fervientemente" poder subir los salarios de los trabajadores tras los "sacrificios" asumidos en los últimos años.
"Significará que habremos atravesado el largo desierto de sacrificios que empresarios y trabajadores han asumido", ha afirmado en rueda de prensa González de Lara.
Ha añadido que "hay que reconocer el esfuerzo de miles de plantillas de Andalucía y de España al saber acogerse a la coyuntura de las empresas y, por mantener sus puestos de trabajo, reducir sus propios salarios".
"El empresario quiere pagar más y mejor, y que haya en consecuencia mayor consumo, pero para eso tenemos que recuperar la senda de los beneficios, y hoy por hoy muy pocas empresas presentan beneficios claros, evidentes y consolidados".
Según el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), "hay una inestabilidad e incertidumbre tan marcada, que cuesta mucho tomar ese tipo de decisiones", aunque a los empresarios les parecería "razonable y justo".
"Se han pedido ya demasiados sacrificios, sobre todo a los trabajadores y a los propios empresarios, y el sector privado es el que más esfuerzos está soportando en estos siete años de crisis, mientras que al sector público le queda mucho por hacer".
González de Lara ha advertido de que "siguen pesando en el horizonte empresarial una serie de dificultades" como el acceso a la financiación y la necesidad de una reforma de la administración y de una mejora del marco normativo.
"En 2013, el Estado aprobó un 26 por ciento más de leyes que en 2012, setecientas nuevas normas, y desde 1970 se han puesto en marcha 40.000 normas estatales, mientras que el año pasado, sumando las comunidades autónomas, se aprobaron 13.000 nuevas normas".
Ello supone una "cifra demencial, porque significa una norma y media por hora", según González de Lara, que cree que, "más que incrementar las leyes, se trata de simplificarlas, aplicarlas debidamente y hacerlas cumplir".
Sobre la fiscalidad, ha lamentado la "descoordinación de las políticas tributarias central y autonómicas", en un modelo "a todas luces ineficiente, anacrónico, injusto y asimétrico".
Por ello, le gustaría que la reforma fiscal "se aprovechara para cambiar el modelo y no quedarse en que subirá el IVA o bajará el IRPF o las retenciones".
"Todo lo que sea reducir la presión fiscal nos parece bien, pero que no se quede en eso, porque no basta con dar titulares mediáticos. El Gobierno debe asumir la responsabilidad de negociar con las comunidades autónomas un modelo mucho más simétrico", ha insistido.
Pese a que "se puede afirmar que se inicia la senda de la recuperación" por indicadores como la "flexibilización de las condiciones de acceso al crédito por las empresas", ha alertado de que "la financiación sigue siendo muy cara", con una media en España del 6 por ciento frente al 2 por ciento de Alemania, lo que pueda hacer que las empresas españolas no sean "competitivas".
