Las pruebas se realizaron en octubre a los 78.413 alumnos de 2.398 centros que comenzaban entonces quinto de Primaria y a los 82.961 de 1.275 institutos que empezaban tercero de Secundaria (a partir del próximo curso se harán a final de cuarto de Primaria y de segundo de ESO).
Además de las competencias lingüísticas y matemáticas, por primera vez se midieron también las científicas, referidas al conocimiento del medio físico y natural. Sólo los alumnos de Primaria han mejorado en Matemáticas (de 3,71 en 2007 a 4,08), si bien en Lengua están peor que en 2007 y mucho peor que en 2006 (el nivel de competencia se mide en una escala del 1 al 6 donde el aprobado estaría en el 3,5 y si el primer año de las pruebas el nivel medio era del 4,45, este año bajó al 3,6). En cuanto a Secundaria, bajan en ambas competencias y en ninguna logran el aprobado (3,28 en Lengua y 3,05 en Matemáticas). Como en años anteriores, las niñas obtienen "puntuaciones claramente muy superiores" en competencias lingüísticas y los niños mejores en matemáticas. En cuanto a conocimiento del medio (con un nivel medio del 3,48 en Primaria y del 3,54 en ESO), no hay diferencias significativas pues si en Primaria destacan las niñas, en Secundaria tienen mejor nivel los chicos.
La consejera de Educación, Mar Moreno, reconoció que aunque un 50% de los alumnos se sitúan en los niveles superiores de competencias (4, 5 y 6), los resultados no son los deseados. Un 27% de los alumnos están en los niveles más bajos y un 23% en torno al "suspenso alto o aprobado bajo". Por ello, señaló la necesidad de "remangarse" para mejorarlos, una labor en la que apeló a la implicación no sólo de la administración y los profesores sino también de las familias. Y es que, los datos demuestran que a mayor nivel educativo y estatus profesional de los padres e incentivación por la lectura, mejores resultados obtienen los hijos en todas las competencias. Y también revelan que los profesores, mayoritariamente satisfechos con su centro (sobre todo en Primaria) y sus alumnos, echan en falta una mayor implicación de las familias. A la Junta le preocupa especialmente el retroceso en competencias lingüísticas, que mide la capacidad de comprensión al leer, la expresión oral y escrita. Moreno subrayó que en toda Europa se detecta una pérdida al respecto en los últimos seis o siete años cuya corrección ya inspiró la Ley de Educación de Andalucía, que recordó sólo lleva un año en vigor y por tanto "estos no son los resultados de la LEA".
No obstante, la consejera no quiso dejar de reconocer que en materia educativa "la situación de Andalucía es muy mejorable en el conjunto del país, igual que la del país es muy mejorable en el conjunto de Europa", donde España ocupa el puesto "décimo o undécimo" en resultados educativos. Las pruebas incluyen preguntas sobre el equipamiento de los hogares en libros y recursos como CD y DVD, así como sobre los hábitos familiares de lectura o televisión. Casi la mitad de las familias afirman dedicar entre una y cinco horas semanales a la lectura. En cuatro de cada diez hogares hay entre 26 y 100 libros (de 26 a 50 son infantiles o juveniles). Son frecuentes las enciclopedias y diccionarios, pero la prensa diaria y las revistas especializadas brillan por su ausencia. La mayoría de los alumnos de ESO estudian de media entre una y dos horas al día mientras (75,6%) y ven la tele entre una y cinco horas (67,5%) y en Primaria, el 37,6% dedican más de una hora a hacer los deberes y la mitad ven menos de una hora diaria de tele. A pesar de su mala fama, lo ideal es ni mucha ni poca tele, ya que los mejores resultados son para aquellos que la ven entre una y tres horas al día.
La consejera de Educación destacó que los avances para hacer un sistema educativo "muy integrador, que no deja a nadie fuera" implican también una "diversidad en las aulas que es compleja", con alumos "con muy distinta base y contexto". Así, cuanto más niños de hogares desfavorecidos tiene un centro peores son sus resultados, si bien entre el 40 y el 48% del alumnado estudia en colegios e institutos donde más de la mitad de los escolares proviene de hogares acomodados. Para Moreno, el reto está en "sin dar ni un paso atrás en solidaridad y equidad", ganar en niveles de calidad y éxito educativo. n A partir de estos resultados, la Junta extenderá el desdoble en las clases de lengua (dividir a los alumnos en esas horas lectivas para reducir las ratios), terminará de implantar los programas de acompañamiento que imponen horarios de lectura (media hora diaria de lectura en Primaria, una y dos horas semanas en Secundaria) y ampliará el plan de lectura y biblioteca a otros 519 centros hasta llegar a 1.954.
No obstante, la Junta ha encargado a la Agencia Andaluza de Evaluación Educativa -que realizará las pruebas a partir de ahora- un informe sobre la efectivad de ese plan de lectura y una guía de buenas prácticas para exportar los métodos de los centros que obtienen los mejores resultados. Para la consejera de Educación, Mar Moreno, la mejora del sistema educativo y sus resultados no sólo es cuestión de presupuesto sino de organización y funcionamiento de los centros, así como de implicación de padres, profesores y administración. Por ello, las pruebas cambiarán de fecha y en vez de realizarse en octubre, con lo que los centros tienen los resultados a mitad de curso, se harán -como en otras comunidades- a final del curso anterior, es decir a los alumnos que terminan cuarto de Primaria y segundo de ESO, con el objetivo de que los resultados sirvan a los centros para planificar sus estrategias del año siguiente. Con todo, este curso los centros hicieron 65.750 propuestas a partir de los resultados y la Inspección educativa les respondió con 97.836 sugerencias. La consejera tiene claro que el objetivo es "mejorar el sistema, no desprestigiarlo" pero para eso hay que conocer los problemas.
Desde 2006 Andalucía fue pionera en realizar estas pruebas, que complementan el informe europeo PISA, al que también se somete. PSe une ciencia Junto a lengua y matemáticas, este curso se mide por primera vez la competencia científica. A medio plazo no se ampliará a otras. El próximo curso, no se harán en octubre a quienes inician quinto de Primaria y tercero de ESO sino en el último trimestre de cuarto de Primaria y segundo de ESO.
