-¿Recorrer un bosque por los árboles, en las alturas, desestresa? Lo digo porque es una de las actividades que plantea Eventia para empresas...
-El bosque suspendido es nuestro producto estrella. Desestresa y mucho. Se utiliza bastante en consultoría de empresas. Se salta en tirolina a doce metros de altura. También ayuda el entorno, el contacto con la naturaleza, te sientes integrado en ella por hacer algo distinto.
-¿Qué actividades más desarrolla Eventia?
-La empresa tiene varias patas de negocio y eso ayuda a afrontar la crisis. Los eventos suponen una de ellas. Hemos hecho cosas en este sentido para empresas grandes españolas, como Vodafone o Endesa. Las otras son la de formación, la de turismo activo y la de actividades escolares. Ahora estamos desarrollando otro negocio auxiliar a todos ellos, el de la restauración.
-¿Cuál es la que más ha notado la crisis?
-La de eventos ha caído mucho. De hecho, la mayoría de las empresas dedicadas a esta rama en Sevilla han desaparecido. Hay que tener en cuenta que era una estrategia de Recursos Humanos de empresas que en muchos casos han decidido recortar por ahí con la crisis. De hecho, hemos desarrollado eventos para grandes constructoras hace apenas dos años que ahora ya ni existen. También han caído los contratos con la administración. Antes había más alardes, tanto del sector público como en el privado. Actualmente está mal visto, sobre todo en empresas en las que se echa a gente. En total, ha descendido un 75% y esta rama era nuestra principal fuente de financiación.
-¿Qué es entonces lo que ha nivelado el negocio?
-El servicio a escolares y el turismo activo son emergentes. En esto último hay que estar al día, no puedes quedarte en lo de siempre, en los quads y el paintball, hay que ir innovando. Nosotros hemos introducido últimamente el paintball láser, que es más tecnológico y menos agresivo. Se hace en naves muy bien decoradas y depende de un sistema informático que te avisa de cuando te han dado. Es como un videojuego. En cualquier caso, el bosque suspendido es la novedad mayor. Lo vimos antes en Francia y Sudamérica y decidimos exportarlo aquí y es un éxito. En este formato, fuimos pioneros en Andalucía, ya que es el primer parque de aventura en árboles.
-Es decir, que en diversificar está la virtud...
-Es muy importante. En 2000 éramos proveedores de una empresa muy potente que cayó. Si sólo nos hubiésemos quedado con ella nos hubiera arrastrado también. Es fundamental tener varias cuerdas a las que agarrarse.
-¿Teme que al ser un negocio en crecimiento aumente mucho su competencia?
-Abrir un nuevo negocio no es sinónimo de triunfo. A nosotros nos avalan más de 20 años. Nos hemos partido la cara y hemos aprendido mucho. Hemos utilizado el modelo de ensayo-error y hemos visto lo que funciona y lo que no a base de fracasos.
-¿Dónde se sitúan sus competidores en la región?
-Este tipo de actividades se desarrollan en parques naturales, como Cazorla, Grazalema o la sierra de Málaga. Allí es donde se sitúan las empresas más potentes.
-¿Tiene previsto expandirse por otras provincias?
-Por ahora no, vamos creciendo poco a poco. Además, es un negocio estacional. En primavera tenemos más trabajo, mientras que en verano estamos a cero, y entonces nos dedicamos a planificar la temporada siguiente. Así, el empleo en la empresa también fluctúa. Va de las diez personas en los momentos más bajos hasta las 60. En cualquier caso, estamos bien como estamos. Trabajamos 24 horas al día. A eso se suma la presión del papeleo, que no acaba nunca.
-Además de la caída de los contratos con empresas, ¿en qué más han notado la crisis?
-No hemos tenido problemas con los bancos. Lo que sí hemos notado es un aumento de los impagados en la Administración, en determinados ayuntamientos, por lo que hemos decidido dejar de trabajar con ellos. Sin embargo otros, como el de Sevilla, cumplen estupendamente.
-¿En qué consiste su trabajo con las administraciones?
-Básicamente se trata de formación y también realizamos rutas culturales y senderos. Ejemplo de ello es que este año hacemos la Ruta del Mosto, de Bollullos de la Mitación. Otra de las actividades pioneras que desarrollamos es la integración real de las personas con discapacidad. Hemos puesto en marcha las herramientas necesarias para que realicen las actividades habituales, porque si se hacen sólo unas específicas para ellos, la integración no es real. Llevamos ya tres años con el tema y hemos sido formadores del Instituto Andaluz de Deportes (IAD).
-¿Qué importancia tienen las redes sociales en su negocio?
-Como llevamos mucho tiempo en el sector ya hemos detectado a nuestro público objetivo, así que hacemos publicidad dirigida y en redes sociales, que es lo más emergente. En unas jornadas de Turismo sobre aceleración empresarial nos aconsejaron cosas que ya teníamos puestas en marcha. Eso significa que vamos por buen camino.
Perfil: Sin vocación pero con empresa
Su relación con el turismo activo y la naturaleza viene desde lejos. José María Selas asegura que la empresa surgió en 2004 "porque somos pioneros del sector a nivel usuario, ya que fuimos los primeros en ofrecer actividades en barrancos, escalada y nos profesionalizamos". Por ello, explica que, aunque su vocación no era la empresario y que todo comenzó como un hobby "al final hemos montado una de las firmas más potentes del sector". De hecho, afirma que su trabajo le requiere las 24 horas del día. "A todos los que trabajamos en Eventia nos gusta mucho nuestro empleo, porque de otro modo sería imposible seguir el ritmo", recalca. Aunque trabajó durante 20 años en una fábrica de aviones, desde los 18 lleva vinculado al mundo del turismo activo, un sector "emergente".
