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Los forenses turcos ratifican que no se identificaron los cuerpos del Yak

El forense turco Bülent Sam, que participó en las autopsias a los militares fallecidos en el Yak-42, aseguró ayer en la Audiencia Nacional que el general Vicente Navarro "insistió en llevarse" los 30 cadáveres que estaban aún sin identificar porque "tenían que llegar a tiempo al funeral".

el 16 sep 2009 / 01:22 h.

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El forense turco Bülent Sam, que participó en las autopsias a los militares fallecidos en el Yak-42, aseguró ayer en la Audiencia Nacional que el general Vicente Navarro "insistió en llevarse" los 30 cadáveres que estaban aún sin identificar porque "tenían que llegar a tiempo al funeral".

Sam, que declaró como testigo en la séptima sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por la identificación errónea de 30 de los 62 fallecidos después de que el juez admitiera su testimonio, explicó que, al adoptar esta decisión, el general Navarro "prometió" a las autoridades turcas que los trabajos de identificación que faltaban por hacer se llevarían a cabo "en España".

Tras este compromiso, según el relato del forense, las autoridades de la Fiscalía turca firmaron con el teniente general Beltrán y el general Navarro el acta de entrega de los cadáveres, en el que constaba explícitamente que 30 de los cuerpos no habían sido identificados. Aún así, Navarro declaró durante las primeras sesiones del juicio que firmó dicho acta "sin entenderlo porque estaba escrito en turco".

Según el médico turco, los trabajos de reconocimiento se realizaron a partir de signos externos como los elementos de graduación que los militares tenían en el uniforme o los anillos y las cadenas que portaban. A su finalización, en la medianoche de 27 al 28 de mayo, "había 30 cadáveres que no pudieron ser identificados", por lo que los forenses turcos propusieron y llevaron a cabo la toma de muestras para hacer pruebas de ADN.

Sin embargo, Sam explicó que las autoridades españolas les dijeron que "no podían esperar los resultados" de estos trabajos, que se habrían dilatado en el tiempo porque precisaban del cotejo de muestras de los fallecidos con los de sus familiares. "Les dijimos que sólo de este modo se podía llevar a cabo la identificación de los cadáveres", y añadió que aunque Navarro estaba consciente "olía a alcohol".

El compareciente, miembro de Instituto Forense de Estambul, detalló con la ayuda de un traductor de español y turco cómo se produjeron las autopsias de los cadáveres en la morgue de Trabzon (Turquía) a la que se trasladaron los cadáveres, en la que, según dijo, estuvieron presentes en todo momento "los militares españoles y personal del Ministerio de Defensa". Este testimonio contrasta con el que aportó los primeros días del juicio el general Navarro, que atribuyó la responsabilidad de los posibles errores a las autoridades turcas, a las que culpó de haber podido cometer "errores" en la entrega de los cuerpos porque "hubo mucho trasvase de bolsas".

Por su parte, el segundo forense turco que declaró ayer, Ömer Müslümanoglu, ratificó ante el tribunal que el general Navarro les trasladó que "tenían prisa" por repatriar los cuerpos a España porque "el jueves siguiente (a la catástrofe) tenían la celebración del funeral". Müslümanoglu aseguró que todo el procedimiento de identificación fue "pactado con el equipo español", que dirigía Navarro e integraban los otros dos acusados, el comandante José Ramírez y el capitán Miguel Sáez, para los que el Fiscal mantiene la petición de cinco años de cárcel.

Así, explicó al igual que Sam que 32 cuerpos fueron reconocidos por los objetos personales que portaban y que a los 30 restantes se les tomaron muestras para realizar exámenes de ADN. De igual modo, ratificó que el intérprete del consulado tradujo al equipo español el acta de entrega de los cadáveres.

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