Las terapias contra el tabaco que oferta la sanidad pública andaluza alcanzaron el año pasado un auge sin precedentes. Un total de 309.000 personas acudieron durante 2007 a un centro de salud para dejar de fumar, el triple que el año anterior.
La Consejería de Salud hizo balance de sus actuaciones contra el consumo de esta sustancia adictiva en 2007, un año enmarcado, recordó la consejera María Jesús Montero, "entre la aplicación de la ley estatal contra el tabaco, por un lado, y las medidas del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (2005-2007), por otro". De este modo, junto al triple de consultas realizadas el pasado año para dejar de fumar, Montero esgrimió también las 180 sanciones impuestas por las delegaciones provinciales de Salud por el incumplimiento de la normativa antitabaco así como los 258 expedientes abiertos por la inspección sanitaria andaluza, ambas actuaciones efectuadas en el sector hostelero. La prevalencia de la adicción en Andalucía es del 33%, mientras que 10.000 personas mueren cada año en la comunidad por este motivo.
Además, la consejera de Salud concretó que entre los pasados 1 de enero y 31 de diciembre se han inspeccionado 1.552 establecimientos, de los que 646 cumplían con la normativa en la primera visita (41,6%), mientras que tras la segunda visita de la inspección el cumplimiento de la ley antitabaco ya ascendió al 88%.
Aunque la Consejería no dispone aún del número de personas que dejó de fumar el año pasado (se conocerá cuando, en las próximas semanas el Ministerio de Sanidad haga pública la Encuesta Nacional de Salud), Montero destacó que en 2007 se vendieron casi cuatro millones de paquetes de cigarrillos menos que durante el año anterior.
A pesar de todo, la consejera advirtió de que "esta cifra supone sólo una reducción del 0,5% respecto a 2006". De este modo, puso en cuarentena el dato ofrecido recientemente por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, según el cual un 10% de los fumadores había abandonado la adicción el año pasado.
Montero se congratuló, con todo, de que "se haya producido un descenso en el número de venta de cigarrillos al mismo tiempo que se han multiplicado las visitas a los centros de salud para dejar de fumar".
Terapias alternativas, no. La Consejería no ofertará remedios alternativos (auriculoterapia, terapias florales y parches de nicotina) puesto que, según un estudio realizado con 1.127 pacientes, "no mejoran los resultados de los programas de deshabituación tabáquica", según dijo Montero.
La consejera explicó también que los resultados del estudio que analizaba las marcas baratas de tabaco respecto a las habituales ha descartado que existan diferencias en sus composición, sin embargo, puntualizó, "ha detectado en ambos casos manipulaciones no declaradas para que pase más nicotina a la sangre y reforzar la adicción".
Dentro del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía, la Organización Mundial de la Salud premió en 2007 una iniciativa en el centro penitenciario de mujeres de Alcalá de Guadaíra para la deshabituación tabáquica de sus reclusas. Según Montero, el 30% de las internas que decidieron dejar de fumar continúan sin hacerlo y el 100% de los trabajadores que participan en el programa siguen sin fumar.
