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Los Gamonal de Sevilla

El rechazo vecinal pudo con el parking en la Alameda, que podría ser la calle Victoria sevillana, al igual que tumbó en los tribunales la biblioteca del Prado. Salvando distancias, Metro y peatonalizaciones también encendieron protestas

el 16 ene 2014 / 23:30 h.

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PRADOEl contexto y la repercusión mediática no se pueden comparar, pero Sevilla también ha tenido en los últimos años sus particulares caso Gamonal. La calle Vitoria bien puede compararse con la Alameda de Hércules, que en 1574 se convirtió en el primer jardín público de Europa y que ha tenido a lo largo de su historia una intensa relación con un proyecto de parking subterráneo. Y la historia se repite. Los vecinos de Gamonal han conseguido forzar al alcalde a paralizar temporalmente las obras que pretendía convertir la calle Vitoria en un bulevar con aparcamientos subterráneos. En el caso de la Alameda, la presión vecinal, encabezada por la portavoz entonces de IU y después miembro del segundo Gobierno del socialista Monteseirín, Paula Garvín, logró enterrar el parking allí proyectado. Ya en 1998, Plataforma contra el aparcamiento bajo la Alameda se manifestaba preguntando a los sevillanos: “¿Pueden vivir las personas donde mueren los árboles? Recogidas de firmas, manifestaciones, concentraciones... la presión vecinal y la llegada de IUal Gobierno local tumbó el parking y la transformación del bulevar hispalense (antes copado por la cutrez y la marginalidad) se convirtió en el proyecto estrella para la ya delegada de Participación Ciudadana, Paula Garvín. Incluso creó una plataforma participativa denominada La Alameda que te gusta. Tras un extenso proceso ciudadano, el proyecto fue presentado por el Ayuntamiento en 2004 bajo el diseño del arquitecto Elías Torres y adjudicado a Sando por más de siete millones. Los retrasos y el sobrecoste es otra historia. Eso sí, en la Alameda no hubo disturbios ni su divorcio con el parking atrajo la atención de todo un país, pero hay quienes piensan que todavía podría convertirse en una copia del Gamonal si ahora el Gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP) decide levantar la remozada Alameda para construir el parking subterráneo que defiende a capa y espada, pese a contar con el rechazo de la Junta, que es quien tiene la última palabra porque requiere un importante cambio en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). Lo cierto es que ya hay una plataforma constituida contra ese parking del PP, ya hubo manifestaciones y recogida de firmas. Probablemente, una gran parte de los sevillanos no entendería que, en el panorama actual, se destinen muchos millones a un parking en la Alameda. Precisamente este contexto de crisis, de falta de trabajo y de recortes es lo que ha encendido al Gamonal, donde no se explica un gasto de ocho millones cuando los vecinos sufren carencias en servicios públicos y en sus propios hogares. Precisamente, por este escenario de crisis, el Gamonal se ha convertido en un ejemplo de la tensión social de estos tiempos. El Ayuntamiento, pese a la marcha atrás, defiende que siempre contó con la opinión de los ciudadanos, pero las movilizaciones masivas han acreditado el desacuerdo de los vecinos con el proyecto. 0tros vecinos que lograron tumbar un proyecto con el que no estaban de acuerdo fueron los del Prado de San Sebastián. Eso sí, lo consiguieron en los tribunales, donde la biblioteca de la Universidad de Sevilla fue paralizada y derribada. No había unanimidad entre los sevillanos, pero la Justicia dio la razón a este grupo reducido de vecinos que, eso sí, contó en sus actos de protesta con personas como la exalcaldesa Soledad Becerril y la mayoría del electorado del Partido Popular. En este caso no había parking, pero sí estuvo a punto de haberlo en la Encarnación. El rechazo ciudadano lo impidió, primando la conservación de los restos arqueológicos que hoy yacen bajo las setas. Y es que las obras son molestas. Que se lo pregunten a los comerciantes. En pie de guerra estuvieron por las obras del Metro, tanto o más que los vecinos de Los Remedios cuando vieron grietas en sus pisos por culpa de la tuneladora de la línea 1, y también por las peatonalizaciones de calles como Asunción, O’Donnell y la Avenida. La reurbanización de las plazas más céntricas (Salvador, Pan, Pescadería) tampoco fue aplaudida por todos, pero el contexto económico era bien distinto y no toda la ciudad estaba en contra de estos proyectos que, además, no llegaron a paralizarse y que, con el tiempo, fueron aceptados. En la tarde de ayer un grupo de personas se manifestó ante la sede del PP en la calle San Fernando para apoyar a los vecinos del Gamonal. Porque en Sevilla también se protesta.

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