Ante las críticas del propio profesorado andaluz, la Consejería de Educación ha aliviado parte de la carga punitiva que contenía el primer boceto de los Reglamentos Orgánicos de Centros de Primaria y Secundaria, un documento que desarrolla, entre otras cosas, las normas de convivencia y el catálogo de sanciones que aplican los docentes para corregir la indisciplina de los alumnos.
La respuesta que la escuela debe dar a la conflictividad en las aulas es un tema que divide al profesorado. Algunos defienden castigos contundentes, como la expulsión del alumno que injuria, comete vejaciones o agrede a sus compañeros y maestros. Otros apuestan por corregir esa actitud con medidas educativas que ayuden a integrar al niño conflictivo en el aula.
Los reglamentos, cuyo primer borrador oficial fue presentado ayer por la consejera Mar Moreno, reflejan esa disparidad de criterios y las últimas modificaciones que se han introducido en el texto dan buena cuenta de ello: por un lado, Educación ha extendido la aplicación de las normas de convivencia hasta fuera del horario lectivo (transporte escolar, actividades extraescolares, comedores...) y no sólo durante las clases. Pero, por otro, se pretende excluir del régimen sancionador a toda la etapa Infantil, de modo que el catálogo de medidas correctoras, como la expulsión del aula o del colegio, las tareas después de clase o el traslado de centro no afectará a niños de hasta 6 años, y además se suavizará su aplicación en Primaria (de 7 a 13 años). Los maestros deberán tener en cuenta la edad del niño infractor a la hora de decidir qué sanción se le impone. No se considerará lo mismo que un chico de 7 años pegue a un compañero a que lo haga uno de 12. "No tiene sentido aplicar el catálogo de medidas disciplinarias a alumnos tan pequeños o con necesidades especiales", dijo ayer la consejera.
Moreno definió ayer los reglamentos como "el texto legal más relevante que se va a aprobar en esta legislatura, y el más importante después de la Ley de Educación Andaluza (LEA)". El documento servirá a los colegios e institutos de hoja de ruta para organizarse desde dentro, tanto pedagógica como administrativamente. Muchas de las decisiones que ahora toma la administración caen ahora en manos de los centros escolares. Algunos de esos aspectos dependen de normas que, con la aprobación de estos reglamentos, serán derogadas. El borrador inicia ahora su tramitación y, previsiblemente, será aprobado en consejo de gobierno en abril. En un calendario ajustadísimo, la consejera espera que entre abril y junio se definan, debatan y aprueben todas las normas que surgen y desarrollan este decreto, para que entre en vigor el próximo curso.
Departamentos. Otro tema que despertó críticas en el primer documento y que ha sido modificado en el borrador es la nueva estructura interna de los institutos: ya no habrá seis macrodepartamentos, uno por cada área de conocimiento (como planteó Educación), sino tres grandes áreas de competencias -Social y Lingüística, Científico Tecnológica y Artística- que aglutinarán al resto de departamentos didácticos. El director del centro es quien decidirá si suprime departamentos, los fusiona o mantiene uno por cada asignatura.
Las áreas servirán para coordinar el trabajo en equipo de los profesores. Para coordinar un departamento, un profesor es liberado algunas horas de docencia en el aula. En total cada instituto cuenta con 33 o 45 horas libres para coordinar, y el director tendrá libertad para distribuir esas horas de forma desigual en función de la carga de trabajo de cada departamento. También se refunden los dos nuevos departamentos que se plantearon: el de Formación del Profesores y el de Evaluación. No se han tocado ni los de Orientación y Diversidad ni el de Actividad Extraescolar.
"Falta de poder en los claustros"
Los sindicatos de enseñanza UGT y CCOO de Andalucía emitieron ayer sendos comunicados para reprochar a la consejera de Educación, Mar Moreno, que aún debe “avanzar más” en las competencias de los claustros de profesores que establece el nuevo borrador del decreto sobre Reglamentos de Organización de Centros educativos. UGT y CCOO coinciden en que la nueva propuesta planteada contiene “significativos cambios” respecto al borrador inicial, pero no suficientes. Ambos sindicatos han aplaudido el aumento de la autonomía organizativa de los centros reflejada en el nuevo texto, pero lamentaron la “excesiva responsabilidad” que otorga a los directores de los mismos a la hora de tomar decisiones relacionadas con la cobertura de bajas o la configuración de los departamentos. Por ello consideran “fundamental” que sea el claustro el que determine y apruebe los criterios pedagógicos y didácticos para la asignación de tutores, jefaturas de departamentos y criterios para las ausencias del profesorado hasta que sean todas cubiertas por la delegación correspondiente. El borrador se discutirá ahora en mesa sectorial con los sindicatos representados.
