Desde que el COI designó a China para organizar los Juegos Olímpicos de 2008, las protestas por la falta de libertades en el país, con las correspondientes amenazas de sus dirigentes de boicot a ciertos productos europeos, han marcado este evento, que comienza el próximo viernes, día 8.
Uno de los aspectos que levantan también sospechas entre muchos es que la progresión de los atletas chinos ha sido extrañamente rápida, así como los métodos que las autoridades utilizan crear atletas.
El programa de La 2 "Documentos TV" emite mañana un documental, "Sueños olímpicos", en el que se muestran los métodos que se utilizan en niños, métodos que llegan a sobrepasar los límites del maltrato.
En aquel país, niños de corta edad entrenan sin compasión 6 días a la semana, más de 8 horas diarias, para convertirles en atletas mediante un entrenamiento que supera con creces sus capacidades físicas y emocionales.
A tres días del comienzo de los Juegos de Pekín, este documental relata la vida diaria de los niños que asisten a estas escuelas deportivas, creadas por los líderes maoístas en los años 50 y en el que hoy se entrenan más de seis millones de jóvenes atletas.
Bajo el peso del patriotismo, el orgullo colectivo y la firmeza, los niños chinos intentan llegar al equipo nacional porque si lo consiguen significará la gloria, social y económica para ellos y sus familias, mayoritariamente procedentes del mundo rural.
Las pruebas de acceso son duras y niños, incluso de 3 años de edad, son seleccionados no sólo por sus aptitudes físicas, sino también por exámenes médicos, que estudian sus condiciones para determinados deportes.
Los derechos del niño no son prioritarios cuando padres, entrenadores y, en especial el partido, poseen una total autoridad sobre él.
Desde 1984, cuando China comenzó a competir en los Juegos Olímpicos de forma oficial, la progresión de las medallas ha sido considerable, como sucedió en Atenas, donde consiguieron 32 oros, aunque muchos sospechan de estos métodos.
