Son los actuales reyes del humor televisivo, pero nadie les ha regalado nada ni han subido hasta allí arriba de la noche a la mañana. Por el contrario, llevan 30 años trasegando escenarios y platós con una única obsesión, arrancar carcajadas al respetable en grandes cantidades. Los hermanos Jorge y César Cadaval, Los Morancos de Triana en sus inicios, Los Morancos a secas luego, se reencontrarán esta noche con el público sevillano en el Auditorio que lleva el nombre de su primera y más firme valedora, Rocío Jurado.
La malograda cantante chipionera fue quien le dio a Los Morancos su oportunidad en aquel ya muy remoto especial Viva 85, y desde entonces su humor llano y para todos los públicos, de clara raíz andaluza pero de efectividad casi universal, no ha faltado a su cita cotidiana con los hogares españoles. Ya fuera con aquellas primigenias parodias del guiri o con los excesos y desafueros de Omaíta y familia, Los Morancos saben cómo tocar ese resorte que permite olvidar las preocupaciones y prende el chispazo de la risa.
Una extensa galería de personajes inspirados en vecinos de un barrio cualquiera como en celebridades mundialmente famosas, así como un verdadero derroche de chistes y ocurrencias es lo que prometen estos dos humoristas a los espectadores que acudan a verlos hoy a La Cartuja, enfrentándose así al espejo que Los Morancos representan para ejercitar la sana costumbre de reírse de uno mismo.
