Suena el timbre del colegio Borbolla en Sevilla. Son las dos de la tarde. Una multitud de personas se agolpa en el patio para esperar a que los escolares salgan de sus clases. Los niños, cargados con sus mochilas, van a su encuentro sonrientes, porque ya es viernes. Entre los rostros familiares hay muchos abuelos, que recogen a sus nietos mientras los padres trabajan.
A estos mayores se dirigió el jueves el secretario general de UGT-Andalucía, Manuel Pastrana, quien pidió expresamente a los abuelos que "no cuiden de sus nietos" el 29 de septiembre, día previsto para la huelga general. No obstante, los abuelos se muestran tajantes sobre este asunto. "No voy a dejar a mis niños porque el sindicato lo diga", comenta una jubilada junto a su nieto de siete años. La propuesta sindical "es una tontería", su-braya otra abuela a la salida del colegio. "¿Cómo vamos a dejar a los niños? Yo soy pensionista y pienso ir a la huelga, pero con mi nieto", propone Carmen. Aunque están quienes critican directamente la idea de UGT: "Si esto es un trabajo, que nos den la paga", pide otra abuela.
Sin embargo, aunque buena parte de estos mayores reconoce hacerse cargo de sus nietos sólo en algunas ocasiones, hay un gran porcentaje de abuelos que lo hacen diariamente. "Yo he criado a mis cuatro nietos", dice orgullosa una anciana rodeada de dos pequeños. Y es que según el estudio del Ministerio de Sanidad Las personas mayores en España 2008, más del 72% de las personas de más de 65 años cuida o ha cuidado de sus nietos. Asimismo, la mitad de ellos le dedica más de seis horas al día, lo que, sin duda, constituye una completa jornada laboral. Ante esto, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología hizo ayer un llamamiento a la prudencia a la hora de sobrecargar a los abuelos de tareas.
En este sentido, algunos se sienten abrumados con tanta responsabilidad. Es el caso de Joaquín, que espera a su nieto de cinco años. "Yo, aunque esté jubilado, sigo trabajando como abuelo." Según este hombre, ahora trabaja más que en sus anteriores ocupaciones, aunque "no le doy importancia", admite. Con respecto a la huelga, este abuelo advierte que "no podemos hacer fiesta el día 29 porque lo pagaremos durante días con el desprecio de nuestros hijos". Esta afirmación demuestra como, en demasiadas ocasiones, estos mayores se convierten en el apoyo fundamental de muchos padres.
A pesar de las discrepancias, todos parecen estar de acuerdo en algo: es un placer cuidar a los nietos. "Abuelo, hoy has venido muy tarde", dice enfadada una pequeña. Y para su orgulloso abuelo, la alegría de estar con su niña y verla sonreír a la salida del colegio, no merece ni un solo día de descanso.
