El Barcelona visita hoy (20.45) el Parken Stadion de Copenhague con el objetivo de lograr una victoria que le clasificaría matemáticamente para los octavos de final de la Liga de Campeones y le dejaría en una situación óptima para ratificar el primer puesto del grupo.
Si el Barça gana en Dinamarca, distanciaría al segundo -el propio Copenhague- en cuatro puntos y tendría dos oportunidades de sentenciar el Grupo D en Atenas ante el Panathinakios y en el Camp Nou contra el Rubin Kazan.
Los catalanes, que ya ganaron al equipo que dirige Stale Solbakken en casa (2-0), nunca han visitado el estadio del Copenhague, un fortín donde el conjunto danés ha ganado nueve de sus últimos diez partidos de 'Champions'.
Sin embargo, el Barcelona sí ha jugado en competición europea en el feudo de otros dos equipos daneses (el del Arhus en la Recopa y el del Brondby en la 'Champions' y en la Copa de la UEFA) y en los tres ocasiones se llevó la victoria.
Además, el partido llega en el mejor momento de la temporada para el Barça que, por primera vez, encadena cinco triunfos contando todas las competiciones y que el sábado ofreció una exhibición de buen fútbol ante el Sevilla en Liga (5-0).
El equipo de Pep Guardiola, no obstante, deberá mejor sus prestaciones respecto a sus últimos desplazamientos en la máxima competición continental, donde sólo ha conseguido una victoria (1-2 en Kiev en diciembre de 2009), ocho empates y una derrota (3-1 ante el Inter en la semifinales de la última 'Champions') en su últimos diez partidos como visitante.
El técnico del conjunto catalán ha convocado a los 17 jugadores disponibles de la primera plantilla -el delantero Jeffren Suárez es baja por lesión y el meta José Manuel Pinto por sanción- más al meta de Rubén Miño y el centrocampista Thiago Alcántara, ambos del filial, por lo que tendrá que descartar a uno de ellos antes del encuentro.
Guardiola quiere resolver el grupo de la 'Champions' por la vía rápida para poder centrarse en los difíciles compromisos ligueros que tendrá que afrontar al equipo las próximas semanas, cuando se medirá con el Villarreal y el Real Madrid.
Por eso, sacará toda su artillería en Dinamarca, incluido el centrocampista Xavi Hernández, quien ante el Sevilla demostró estar prácticamente recuperado de la tendinitis aquilena bilateral que arrastra desde hace meses y que le obligará a dosificarse durante toda la temporada.
La posible entrada de Mascherano por Sergio Busquets en la posición de pivote defensivo y, tal vez, el revelo de Eric Abidal por Maxwell Scherrer en el lateral zurdo podrían ser las únicas novedades en el once azulgrana.
El Copenhague se aferra a su buena segunda parte en el Camp Nou en el partido de ida para ilusionarse con la posibilidad de arrancarle al menos un punto al Barcelona, lo que lo dejaría cerca de asegurarse la segunda plaza del grupo.
Como bazas tiene el hecho de jugar en su estadio, donde exhibe una tremenda seguridad defensiva, una fuerte presión para entorpecer la circulación del balón del rival y una enorme rapidez para salir al contraataque.
A pesar de la inesperada eliminación copera y los apuros de hace dos días frente al Lyngby (3-2), con remontada agónica en la Liga, el Copenhague mantiene su momento dulce de juego y de confianza, y aventaja en 14 puntos al segundo en su campeonato nacional. Solbakken, está pendiente del concurso del delantero Santín, lesionado hace una semana en un tobillo, para confeccionar la alineación, aunque el brasileño ya se entrenó ayer con normalidad y parece que llegará a tiempo.
Santín, actual 'pichichi' de la Liga danesa, tendrá ganas de resarcirse después de haber fallado en el Camp Nou un cabezazo a puerta vacía que hubiera supuesto el empate y de la curiosa jugada en que, confundido por un silbido de Pinto -sancionado por este motivo- desperdició un claro contragolpe pensando que el árbitro había pitado fuera de juego.
En él y en el senegalés N'Doye están puestas las esperanzas para hacerle un gol al Barça, aunque sin olvidar las jugadas a balón parado, donde destaca sobre todo el islandés Ottesen, autor del gol frente al Rosenborg que le dio al pase a la Liga de Campeones y del 3-2 definitivo frente al Lyngby. Causa baja por lesión el mediocentro Norregaard, capitán del equipo, relegado este año a la suplencia por el brasileño Claudemir.
Por su parte, el Valencia recibe al Rangers escocés con el doble objetivo de sumar tres puntos clave para su clasificación y recuperar la autoestima perdida en muy poco tiempo por el equipo. De entre los dos retos del encuentro destaca el de ganar, ya que sin la victoria el equipo no podrá pasar página a la crisis que atraviesa desde la segunda parte del partido ante el Barcelona y que se empezó a dejar notar en el discreto partido que el equipo empató en Glasgow hace dos semanas.
El equipo escocés se va a encontrar, por tanto, a un rival que en lo anímico poco tiene que ver con el que jugó en Ibrox Park y que ha sumado tan sólo uno de los seis puntos que ha disputado en Liga a pesar de que ha jugado los dos últimos partidos de forma consecutiva en casa.
En Glasgow, el equipo dio un paso atrás y todavía no ha cambiado su dinámica, mientras su entrenador, Unai Emery, mantiene su política de rotaciones, con grandes variaciones en la alineación de un encuentro a otro.
Para este partido, el entrenador del Valencia, Unai Emery, ha convocado a un grupo de diecinueve jugadores entre los que destaca el regreso del guardameta César Sánchez tras tres partidos en los que ha estado lesionado.
No están en la citación el argentino Domínguez, así como Maduro, Dealbert, Guaita y Stankevicius, que no pueden jugar en la Liga de Campeones.
Los convocados son César, Moyà, Miguel, Bruno, Ricardo Costa, David Navarro, Mathieu, Jordi Alba, Topal, Albelda, Banega, Tino Costa, Fernandes, Joaquín, Pablo, Vicente, Mata, Soldado y Aduriz.
Las pistas sobre la alineación son mínimas puesto que hombres como Bruno o Jordi Alba no entraron en la convocatoria ante el Zaragoza el sábado, lo que hace pensar que podrían ser titulares ante el conjunto escocés.
La última sesión de trabajo estuvo precedida por una charla de 45 minutos previa a la salida de los jugadores al campo de entrenamientos. A puerta cerrada, el Valencia ha preparado el encuentro ante el Rangers, con cinco defensas, muy parecido al Zaragoza que empató el sábado en Mestalla.
Por lo que respecta al Rangers, el equipo escocés llega con la intención de mantenerse por delante del equipo español en la clasificación del grupo y para ello necesita no perder.
Al conjunto que dirige Walter Smith se le escapó el fin de semana el partido ante el Inverness (empataron 1-1), que habría otorgado a los vigentes campeones de esa competición local su mejor arranque de temporada en 112 años.
Pese a no lograrlo, el Rangers llega a su cita en Mestalla invicto y motivado en la Liga de Campeones, ya que antes del empate a uno en casa con el Valencia, el equipo había vencido al Bursaspor turco (1-0) y empatado sin goles en Old Trafford ante el Manchester United, un resultado que supo a gloria para los de Glasgow.
El defensor Steven Whittaker aseguró que están "entusiasmados" con la visita a Mestalla y convencidos de que pueden sacar los tres puntos que necesitarían para colocarse líderes. Sin embargo, el zaguero bosnio Sasa Papac, sabe "lo difícil que será jugar contra uno de los equipos españoles más fuertes".
En cualquier caso, el Rangers no presentará una alineación revolucionara en su visita a Valencia respecto a la que afrontó el encuentro de ida.
